La Feria Británica de Cerdos y Aves de Corral, celebrada recientemente en Birmingham, Reino Unido, mostró como la industria porcina británica se recupera cuidadosamente tras el Brexit. Los participantes, en su mayoría, coincidieron en que la crisis parece haber quedado atrás, aunque con matices de cautela respecto a las inversiones futuras. El Brexit fue un tema que apenas se mencionó durante el evento.
En el Foro sobre perspectivas porcinas, los oradores recordaron la «tormenta perfecta» que afectó a la industria porcina del Reino Unido hace dos años. La pandemia de Covid-19, el cierre temporal de procesadores de carne y la sobreoferta de cerdos, junto con el aumento de los precios de los piensos y la competencia de carne de cerdo barata de Alemania, crearon un panorama sombrío. Según Rob Mutimer, presidente de la Asociación Nacional del Cerdo (NPA), la reducción del rebaño de cerdas en un 10-15% ha llevado a una escasez actual de cerdos, beneficiando a largo plazo los precios y la rentabilidad.
Con 330 expositores y 8,320 visitantes, la feria no estuvo centrada en el Brexit, aunque su impacto sigue siendo tangible. La salida del Reino Unido de la UE ha reintroducido controles fronterizos y aumentado los trámites para importaciones y exportaciones. Andrew Palmer, de la Junta de Desarrollo Agrícola y Hortícola (AHDB), destacó la escasez de mano de obra extranjera debido a la devaluación de la libra, un efecto indirecto del Brexit.
El Reino Unido, con un 40-45% de su rebaño de cerdas en producción al aire libre, depende de las importaciones de carne de cerdo, principalmente de la UE. La reintroducción de controles fronterizos ha complicado las importaciones, aunque en la práctica se ha buscado mantener los estantes abastecidos rápidamente.
La idea de «recuperar el control» tras el Brexit no ha llevado a cambios drásticos en ciertos aspectos de la industria porcina, como el uso del óxido de zinc en piensos, alineándose con la legislación de la UE para facilitar el comercio internacional. Sin embargo, en áreas como la edición genética, el Brexit podría ofrecer oportunidades. La nueva tecnología para criar cerdos resistentes al PRRS, desarrollada por PIC, podría recibir una aprobación más rápida en el Reino Unido que en la UE, lo que representaría una ventaja competitiva.
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