La Agrupación de Interés Industrial Nexum, creada en mayo del 2003 e integrada en la actualidad por 26 empresas cárnicas, ha renunciado a construir en Galicia una planta de generación de biodiésel a partir de grasas de vacuno y porcino. El proyecto fue presentado hace cinco años como una posibilidad de rentabilizar la producción del sector.
Los portavoces de Nexum, que investigaron durante varios años esta posibilidad como un sistema de valorización de los desechos animales, descartaron la opción por el coste de la tecnología disponible y el escaso rendimiento obtenido de la producción.
La complejidad de competir en el mercado con el biodiésel fabricado a partir de aceites extraídos de los cereales provocó que las empresas cárnicas gallegas aplazasen el intento «hasta que la tecnología esté más avanzada, sea más barata y ofrezca mejores rendimientos». Así lo expresó el presidente de Asogacarne, José López Cid, quien advirtió que las cerca de 30.000 toneladas de desechos que genera la ganadería gallega cada año son un volumen «todavía escaso» para la producción de biodiésel a gran escala. Los empresarios no descartan reactivar el proyecto en un futuro si mejora y se rebaja el precio de la tecnología.
Mataderos y desechos
Otro de los problemas que presenta el sector es su atomización. De acuerdo con los últimos datos oficiales, en Galicia subsisten en la actualidad un total de 80 mataderos privados o concesiones administrativas que dan idea de lo «dispersa» que se encuentra la industria.
Portavoces de Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores, o de Comisións Labregas, las tres principales centrales sindicales representadas en el ramo cárnico, entienden que en los próximos años podría producirse un fenómeno de concentración para asimilar el sector gallego a la realidad de otras comunidades autónomas
