Con la presidencia del Consejo Agropecuario por un año, en el Minagri pretenden impulsar dos temas centrales para el país: seguridad sanitaria y biocombustibles.
El lugar escogido por Álvaro Rojas fue el hotel Radisson Aqua de Concón. Frente a las playas del popular balneario de la V Región, el ministro de Agricultura recibió la semana pasada a sus pares del Consejo Agropecuario del Sur (CAS).
La intención de la gente del Minagri era agazajar de la mejor forma a los integrantes del club que reúne a los ministros de Agricultura de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, además de Chile.
La razón no sólo estaba en ser un buen anfitrión, sino que en usar la ocasión para impulsar dos objetivos claves de los inquilinos de Teatinos 40: aumentar la seguridad sanitaria de la región y obtener contactos
de primera mano para apoyar el desarrollo de los biocombustibles en el país.
SEGURIDAD SANITARIA
Una de las bases del modelo agroexportador chileno es apuntar a los mercados más exigentes en materia sanitaria.
Por ejemplo, la producción ganadera chilena puede ingresar libremente al mercado de Estados Unidos, uno de los que paga mejor en el mundo. Sin embargo, otros países de Sudamérica tienen vedado el ingreso a ese mercado y debe conformarse con el más modesto mercado ruso.
El problema para Chile es que su lugar como el vecino más destacado del barrio lo coloca en una posición vulnerable. Problemas como la misma aftosa o la mosca de la fruta literalmente están al otro lado
de la cordillera.
La jugada de Álvaro Rojas fue incluir el tema de la seguridad sanitaria como una de las metas del encuentro del CAS. "Nuestro objetivo es que los países de la región tengan una situación sanitaria
excepcional. En ese sentido, estamos impulsando planes de control de la fiebre aftosa, y para ello tenemos el apoyo de la FAO", reconoció Rojas.
En esa misma estrategia el SAG se encuentra asesorando a las autoridades argentinas para controlar en Mendoza su éndemica plaga de la mosca de la fruta.
ENERGÍA VERDE
El segundo objetivo del Minagri fue activar la cooperación para desarrollar la tecnología de los biocombustibles en Chile.
Dentro de esa estrategia la idea era acercarse a Brasil, el líder mundial en esa área.
Y el gobierno de Lula recogió el guante frente al "pololeo" chileno. Celsio Porto, representante del Ministerio de Agricultura de Brasil, señaló que su país está en plena sintonía con el interés de Álvaro Rojas, pues a su país le interesa aumentar la base de países productores de biocombustibles, hoy especialmente restringida a Estados Unidos y el país carioca.
"Lo más viable para Chile, en términos agronómicos, es desarrollar el biodiésel. Lo interesante es que se puede hacer incluso a partir de superficies pequeñas, como la de la agricultura campesina. Brasil va a apoyar seriamente ese esfuerzo", manifestó Porto.
