Pese a que el Gobierno había levantado hace diez días la suspensión de exportar a tres petroleras, en las últimas horas volvieron a registrarse faltantes de combustibles en varios puntos del país, denunciaron ayer los dueños de las estaciones de servicio.
La situación afectó especialmente a las estaciones de la red YPF -la empresa que más rápidamente acató el pedido del Gobierno de retrotraer los precios a los valores del 31 de octubre último y registró en consecuencia un incremento en la demanda-, aunque también a Petrobras y Esso. En cambio, Shell, que decidió no aplicar la baja de entre 10% y 15% en los precios, redujo sus ventas en hasta un 50%, según cálculos de los estacioneros.
"Este fin de semana muchas estaciones se quedaron sin producto, porque no les alcanzó lo que les habían dado para vender", dijo a LA NACION el presidente de la Federación Entidades de Combustibles de la provincia de Buenos Aires (Fecoba), Luis Malchiodi. Describió el caso de algunas estaciones de La Plata que no tuvieron ni nafta ni gasoil desde el viernes a la tarde y durante todo el fin de semana.
Rosario Sica, representante de los estacioneros porteños, dijo que recibió testimonios de que "en las rutas a Santa Fe y Córdoba las YPF están quedando desabastecidas, como se había previsto" y calificó de "grave" la situación que atraviesa el sector. "YPF se queda sin nafta por los precios, porque son los que están más baratos."
El 7 de enero el Gobierno había anunciado a través de voceros no identificados que prohibía la exportación de combustibles líquidos hasta tanto se cumplieran dos condiciones. Una era la baja de los precios. La otra, "que se satisfaga completamente la demanda requerida por el mercado interno, eliminando cualquier tipo de restricción o cupo que altere los volúmenes y/o cantidades requeridas por los consumidores", según un comunicado de ese día de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) que reproduce los dichos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Pero ayer el vicepresidente de la Cecha, Raúl Castellano, reconoció que "siguen plenamente vigentes los cupos y quien se excede del cupo se queda sin producto". Los cupos, explicó, los fijan las petroleras según el volumen de ventas de cada estación durante el mismo mes del año pasado, al que le agregan entre un 6 y 8 por ciento. "Pero eso es ridículo, porque la venta general creció mucho más que eso", dijo. A ello hay que agregar la demanda extra producida por la migración de clientes de Shell a otras estaciones.
La situación de Shell
"Los expendedores de Shell están preocupados porque las ventas han caído mucho", dijo Castellano. Sica estimó que la caída es del 50%, "pero en algunos días van a volver a vender, porque cuando las otras se queden sin stock la gente va a ir a comprar adonde pueda". En Corrientes, por ejemplo, la prensa local informó ayer que las estaciones YPF, las únicas que habían bajado allí los precios, no tenían más nafta. Incluso en la Capital Federal hubo casos de estaciones con precios bajos, pero con algunos de sus surtidores con las mangueras cruzadas.
LA NACION intentó ayer comunicarse con YPF y con Shell, pero sus voceros no respondieron las llamadas.
Shell también guarda silencio sobre la caución que el Gobierno supuestamente impuso sobre su refinería. La hipoteca fue presentada por voceros del Gobierno como una sanción a la compañía angloholandesa por no bajar los precios. Ayer, esos mismos voceros seguían sin poder contestar cuándo se hará efectiva la medida ni cuál es el perjuicio real para la petrolera.
Las autoridades de Cecha se reunirán hoy con Moreno para plantear la "difícil situación" de los expendedores de Shell, además de los problemas de abastecimiento. Sica, por su parte, se reunió el viernes con Moreno y le planteó los problemas de abastecimiento, pero el funcionario le respondió que "está todo bien abastecido". "¿Pero usted no lee los diarios?", lo increpó Sica. "Mire, yo acá no tengo ninguna denuncia", respondió Moreno, según la versión de la empresaria.
