En América del Sur la sanidad ha impactado históricamente en un 3 por ciento de los costos productivos fijos. Esto se ha debido a que los productores, técnicos, y hasta investigadores no han dimensionado su importancia en los procesos productivos.
La industria veterinaria local busca aggiornarse para liderar el mercado de provisión de insumos. "De los cuatro pilares de un esquema productivo moderno y eficiente (junto con la genética, la nutrición, y el manejo) la sanidad ha sido el rubro de menor participación en los costos de producción", dijo Carlos Norberto Labale, presidente de la Cámara de Laboratorios Argentinos Medicinales Veterinarios (ClameVET), que representa a 70 empresas del sector.
En América del Sur la sanidad ha impactado históricamente en un 3 por ciento de los costos productivos fijos. Esto se ha debido a que los productores, técnicos, y hasta investigadores no han dimensionado su importancia en los procesos productivos.
En un principio, la actividad veterinaria mundial priorizaba la protección individual de animales productivos y de trabajo. "Pero con el nuevo siglo todo el continente ha hecho una apuesta fuerte a la inversión en sanidad animal. De hecho, esto le ha permitido a la Argentina, a Brasil, a Uruguay y hasta Paraguay insertarse en un mundo de productos y subproductos animales de alta excelencia", agregó Labale.
En la Argentina, las empresas proveedoras de insumos han debido adaptarse y se han ajustado a esta realidad. "En consecuencia, hace cuatro años, los laboratorios nacionales nos aglutinamos para defender los intereses de la industria veterinaria argentina, exigir el cumplimiento de las reglamentaciones a sus miembros y a terceros, y fomentar la investigación y el desarrollo", agregó el profesional.
En la Argentina hay radicados más de 200 laboratorios veterinarios nacionales que elaboran especialidades medicinales veterinarias y dan empleo a 5000 personas. El sector tuvo un volumen de ventas de mil millones de pesos en 2007.
Según el profesinal, la actividad estuvo fuertemente golpeada por la crisis de 2001, pero recompuso sus empresas con mucho esfuerzo y en los últimos años creció de manera exponencial porque se adaptó a las exigencias del mercado interno e internacional.
Claves de la gestión
"Uno de los temas claves en nuestra gestión como representantes de los laboratorios veterinarios de capital nacional es lograr el cumplimiento de la resolución 482/2002 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que ya en 2002 -en plena crisis- exigía, en un plazo de tres años, la incorporación de estándares internacionales en Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) a la industria veterinaria local."
Explicó que para ello los laboratorios debían presentar un proyecto de adecuación de sus plantas, equipamientos y procesos de elaboración, para homologar mecanismos de calidad y sistemas de control en medicamentos veterinarios, vacunas, y biotecnológicos; facilitando a su vez, el auditado nacional o internacional de las empresas y de sus productos elaborados.
