Bajo el lema tripliquemos el valor: en la producción, la mesa y el trabajo", Maizar, la Asociación de Maíz y Sorgo de Argentina, realizó su congreso anual el 22 de julio en Buenos Aires.Como premisa fundamental del encuentro los oradores destacaron la agregación de valor al maíz a través de la producción ganadera, porcina, bovina y láctea, entre otras.
Es así que Pablo Ogallar, presidente de Maizar, expuso los desafíos y oportunidades para las cadenas a través de un plan a 10 años en el que destacó que Argentina tiene una gran oportunidad para el cultivo de maíz con una demanda global firme.
También se destacó que la base para el desarrollo de la cadena de maíz en nuestro país es la demanda de este grano para consumo interno en las industrias que existen hoy.
En este sentido, si encuentran mercados internacionales dispuestos a comprar sus productos incrementarán su consumo de maíz.
A esto se suman las condiciones agroecológicas “únicas” para la producción de maíz y sorgo. Es así que de las 4 millones de hectáreas que se producen hoy, en 10 años se podrían alcanzar las 10 millones de hectáreas. “La superficie se va a duplicar y la producción a triplicar por el uso de la tecnología aplicada al cultivo que va a permitir rendimientos muchos más altos, además el productor y la cadena industrial van a estar más incentivados a intensificar su tecnología, ya que la rentabilidad a futuro tiene mayores marcos positivos”, destacó Ogallar.
Por su parte, Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar, se refirió a la importancia de nuestro país en el agregado de valor hacia 2017.
Es así que para el sector cárnico se proyecta una triplicación en las exportaciones. Se considera que el rodeo de cría pueda aumentar su tasa de procreación hasta el 70% y para esto demanda una suplementación estratégica. Respecto de la lechería y tomando a los expertos del sector más optimistas se indicó que en muy poco tiempo se podría duplicar la producción con la aspiración de tener el 25% del mercado mundial de productos lácteos sobre todo leche en polvo y queso.
En el caso de la producción porcina, la Argentina es un importador estructural de Brasil y de Chile. Sin embargo, Maizar junto a los expertos en este sector observó que sería de gran importancia no importar más y transformarse en un pequeño exportador, quizá de 100.000 toneladas, pero que esto le permita demostrar que es un sector dinámico.
“También en los últimos meses vimos anuncios de inversiones en molienda húmeda. Este el es sector que representa los avances tecnológicos en todos los ámbitos de la industria porque de ahí está saliendo una serie de nuevos materiales de importancia para la industria automotriz, el plástico, la electrónica, y vemos que la Argentina tiene un potencial muy grande. Aquí planteamos aumentar su producción entre dos y tres veces”, destacó Fraguío.
Otro punto fue la importancia de la molienda seca, siendo los alimentos de alto valor muy destacados en este segmento.
La Argentina es muy reconocida en este ámbito por su trayectoria y cuenta con 80 plantas industriales, algunas grandes y muchas de ellas pequeñas y familiares que pueden ser la base de posicionamiento de productos de alto valor, quizá con calidad gourmet.
También se planteó la producción de etanol, en la que Argentina podría producir 4.000.000 m3 y exportar una gran parte.
“Por otro lado vemos con mucho interés lo que está pasando en el mundo con el biogás. Hoy aunque se habla mucho de biodiésel, biocombustibles, en realidad el que más crece es el biogás, porque resulta un biocombustible de muy alta calidad para los hogares de menores niveles de ingreso en el mundo”, remarcó, y como ejemplo para destacar lo que Argentina importó de gas de Bolivia en 2007 se podrá sustituir con 80.000 hectáreas de maíz o sorgo.
