En uno de los criaderos de cerdos, que estaban en la mira de la investigación por haber sido supuestamente el foco de contagio de más de 50 casos de triquinosis en esta ciudad y localidades vecinas, misteriosamente desaparecieron 170 cerdos que estaban siendo sometidos a faenas controladas por el Servicio Nacional de Seguridad Agroalimentaria (Senasa).
El caso fue caratulado como "grave" en una exposición hecha por funcionarios de esa repartición estatal ante la agrupación policial Los Pumas con asiento en esta ciudad. Los efectivos policiales estaban a la espera de instrucciones por parte de los Tribunales de Cañada de Gómez.
Pedido. "Pedimos a la población que se abstengan de comprar animales provenientes del criadero del productor Formentini, ya que no sabemos qué destino les ha dado. Sobre estos cerdos había una sospecha como foco de la enfermedad que afectó a varias localidades de los departamentos Iriondo y Belgrano", señalaron a las autoridades policiales.
El relato fue esbozado por la coordinación regional de Sanidad Animal, César Mattos, con el propósito de advertir a la población sobre la movilización de cerdos "sin la debida autorización de Senasa". La información fue rápidamente difundida a las comunas, municipales y áreas de salud pública.
Fue la agencia de Seguridad Alimentaria la que detectó el parásito que ocasiona la triquinosis en salames fabricados por la firma Vall-Mar luego de analizar en el laboratorio central varias muestras que fueron aportadas por vecinos que padecieron el mal.
La sanción aplicada a la empresa con asiento en Cañada de Gómez fue la inhabilitación por tiempo indeterminado, según dejó constancia el jefe del departamento Bromatología de la Municipalidad de Cañada de Gómez, Gerardo González.
Investigación. A partir de esa acción, la oficina local de Senasa comenzó a investigar a los posibles criaderos que habían aportado los cerdos para la matanza, e impusieron en el establecimiento de Formentini un proceso denominado de faena controlada.
"Se trata de un criadero que estaba bajo sospecha. Pero imprevistamente detectamos que los cerdos que debían haber pasado por el control desaparecieron sin que su propietario dé explicaciones al respecto", consignaron fuentes locales de la investigación.
El responsable del Senasa en Cañada de Gómez, Gustavo Literio, explicó que la búsqueda de los sitios donde se propagó la enfermedad "fue intensiva", y si bien aún no se había detectado el sitio eran varios criaderos los que estaban bajo su inspección.
Las declaraciones del Senasa refuerzan la hipótesis de que los cerdos no fueron faenados en el matadero municipal a cargo de una cooperativa de carniceros, como en principio declaró el dueño de Vall-Mar. Esas dudas llevaron incluso a un pedido de informes en la Legislatura por parte del diputado Alberto Monti.
El saldo de los casos de triquinosis detectados en Cañada de Gómez, Las Parejas, Correa y Villa Eloísa, entre otras localidades de la zona donde se comercializaba esa marca, fue de cincuenta. Todos los damnificados ya no están bajo tratamiento médico.
La enfermedad atacó a grupos de familiares y amigos. Uno de los casos más notorios ocurrió en una carrera de karting en Cruz Alta. Le habían pedido a una persona de esta ciudad que llevara salames para compartir. Semanas después de consumir la mercadería adquirida en Vall-Mar terminaron bajo tratamiento.
Algunos consumidores tomaron la precaución de guardar trozos de salame consumidos, que se sumaron a los aportados por un comedor de Las Parejas. Luego de pruebas de laboratorios se detectó la presencia del parásito que causa la enfermedad.
