Los productores de porcino británicos están preparando un sistema de etiquetado en el que se haga referencia al país de procedencia, reconocida como Country of Origin Labelling (COOL). Para ello ya han alcanzado un acuerdo con el gobierno y con algunos de los principales industriales cárnicos del país.
Según el Department of Environment, Food and Rural Affairs (DEFRA), esta información ayudará a aegurar a que "si en el etiquetado dice que es un producto británico, dentro del envase se encuentra algo que realmente lo es".
Desde el BPEX también se ha dado la bienvenida a la iniciativa y su director ejecutivo, Mick Sloyan, afirma que es un paso muy importante "para todos los eslabones de la cadena cárnica con el fin de ofrecer a los consumidores la información más fidedigna sobre lo que están comprando.
Por su parte el ministro de Agricultura y Alimentación, Jim Fitzpatrick, ha afirmado que "este acuerdo será importante para los consumidores y también para toda la cadena de suministro", añadiendo además que "va a significar que si compras bacon de un proveedor que ha firmado este acuerdo, sabrás exactamente de dónde procede la carne que compras. Además ayudará a la trazabilidad de los productos puesto que proporcionará elementos consistentes que la propia industria puede utilizar".
