En aras de de optimizar la red porcina y elevar el consumo de este alimento, el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), financió el estudio “Evaluación de sistemas de producción de cerdos a campo y estabulados con recursos alimenticios alternativos”.
Para llevar a cabo la investigación, el coordinador de este proyecto, Carlos González, junto a un grupo de especialistas de la UCV, tomaron en consideración la producción tradicional del animal (cerdo), es decir, la estabulación completa en piso de concreto o rejilla y alimentación con balanceados comerciales a base de cereales y soya.
Según González, en el desarrollo tradicional de la cadena porcina, su alimentación depende de materias primas que en su mayoría son importadas (cereales y soya), lo cual, contrarresta el uso de recursos alternativos para su alimentación.
Una nota de prensa de la institución agrega que esta modalidad provoca alto impacto en el ambiente, gracias al elevado uso o consumo de agua, presencia de olores fuertes, moscas, entre otros insectos, concentrados en su espacio de producción.
González y el equipo de investigadores que le acompañaron, en sus consideraciones, se trazaron la meta de evaluar el comportamiento productivo de cerdos con recursos alimenticios alternativos tropicales como: batata, morera, nacedero, entre otros, bajo tres sistemas de alojamiento: pastoreo en campo, en galpones con cama profunda y en confinamiento tradicional.
Al mismo tiempo, tomó como parte del estudio las características de instalaciones adecuadas para la producción de cerdos a campo, así como, los costos basados en infraestructura, alimentación y la cadena de comercialización.
La ejecución de esta iniciativa, fue trasladada al terreno, lo cual, generó resultados positivos para los criadores “el impacto social ha sido muy alto pues los productores del medio trabajan con mayor bienestar y venden a mayor precio, los clientes compran calidad y más económico, no en vano, incrementan el consumo de proteína de origen animal”, detalló González.
También explicó, que uno de los grandes alcances de este financiamiento realizado por el Fonacit, ha sido beneficiar a los pobladores del medio rural venezolano, ya que los resultados obtenidos han establecido una importante base para su aplicación directa en el campo.
Actualmente, diferentes productores en zonas rurales de los estados: Barinas, Trujillo, Táchira, Cojedes, Lara, Mérida, y Yaracuy están implementando sistemas de producción alternativos con instalaciones económicas, sin impacto ambiental, y el proceso de alimentación en el animal es efectuada con materia prima alternativa.
“Sin duda esta aplicación gira a favor del beneficio económico de la población, y estimula igualmente el consumo de proteína de origen animal, partiendo de que en algunas localidades su nivel es bajo”, puntualizó.
Estas líneas de acción permiten mejorar el perfil nutricional de la población venezolana, pues rescata la importancia de elaboración y consumo de alimentos realizados en el país.
Como parte de las políticas públicas impulsadas por el Gobierno Nacional en la búsqueda de la soberanía alimentaria, el MCTI, a través del Fonacit, realiza un gran esfuerzo para continuar avanzando en la producción de nutrientes, pues de esta manera se incrementa el apoyo al sector productivo nacional, así como a la población, ofreciendo mejor economía y alimentos de calidad.
