La empresa Textil Calchaquí celebra 58 años de operación en Argentina con la ampliación del 20% de su capacidad productiva. Ricardo Tschudnowski, el actual dueño y parte de la segunda generación al mando, comparte la historia y los avances de esta empresa familiar que ha sabido adaptarse y crecer a lo largo de las décadas.
Fundada en 1966, la empresa inició su camino cuando el padre de Ricardo Tschudnowski , junto con su socio Helio, comenzaron a fabricar tejidos para la base de los asientos de las sillas. Su primer encargo importante para la industria ganadera vino de un amigo del club de fútbol, quien necesitaba una tela resistente para cortinas de criaderos de pollos. A pesar de las dificultades iniciales, incluyendo trabajar con telares sobre pisos de tierra y financiación limitada, lograron producir un material de alta calidad que marcó el inicio de su expansión y nuevo rumbo.
A lo largo de los años, Textil Calchaquí ha experimentado numerosos cambios tecnológicos y de personal, además de adaptarse a los diversos contextos políticos y económicos de Argentina. A pesar de las adversidades, la empresa siempre ha priorizado la calidad y el respeto por sus empleados y proveedores, un valor que Ricardo enfatiza como fundamental para su longevidad y reputación.
Actualmente, la empresa está en un proceso de expansión, con la adquisición de nuevas maquinarias para aumentar su capacidad de respuesta a las demandas del mercado. Ricardo explica que la necesidad de ampliación se debe al creciente interés en la industria porcina y avícola, áreas donde Textil Calchaquí ha identificado un aumento en la demanda de sus productos.
A contramano de la situación de crisis que enfrenta el sector, hay personas que siguen apostando a la producción porcina. “Notamos la mayor demanda en producción porcina, especialmente en aquellos productos (cortinas) que ayudan a mantener la temperatura en los galpones de paridera y destete”, señaló.
A pesar de los desafíos que presenta el contexto económico argentino, la empresa sigue innovando y adaptándose. Han exportado filtros y cortinas para criaderos, aunque reconocen que la exportación es compleja debido a los altos costos. Sin embargo, siguen comprometidos con la calidad y el servicio al cliente, proporcionando asesoramiento y productos duraderos que satisfacen las necesidades de sus clientes.
La tercera generación ya se ha incorporado a la empresa, asegurando la continuidad del legado familiar. Con una estructura de trabajo bien definida, los hijos de Ricardo y su hermana Lidia están tomando roles clave en la empresa, contribuyendo a su crecimiento y modernización.
“Siempre les transmitimos la importancia de mantener los valores que han guiado a la empresa durante casi seis décadas: calidad, respeto y compromiso con el cliente”, resume Ricardo. A pesar de las dificultades, Textil Calchaquí sigue firme en su misión de ofrecer productos de excelencia y un servicio que les permite estar en cada feria y evento del sector con una charla franca y amigable con quienes asisten.
Con esta expansión, Textil Calchaquí no solo celebra su historia, sino que también mira hacia el futuro con optimismo y determinación, reafirmando su posición como un pilar de la industria textil argentina.