La soja y el maíz cerraron ayer con saldo negativo en el mercado disponible local, en sintonía con las fuertes caídas registradas en la Bolsa de Chicago, donde ambos granos operaron hasta el límite de bajas permitido para una rueda. Una vez más, los fondos de inversión motorizaron las pérdidas al actuar como firmes vendedores de materias primas agrícolas. Así, estos operadores toman ganancias de un mercado que les ha rendido muy bien y cubren con ellas parte de los quebrantos padecidos en el sector financiero.
A diferencia de lo ocurrido anteayer, cuando el mercado local logró evadir las bajas externas, esta vez los compradores propusieron valores más acordes a la realidad global.
Por tonelada de soja disponible los compradores pagaron $ 940 en San Martín, San Lorenzo, Ricardone, San Jerónimo, Timbúes, Ricardone, General Lagos y Bahía Blanca, $ 20 menos que anteayer. La oleaginosa con entrega en mayo se negoció a US$ 287 en San Martín, con una merma de 3 dólares.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) las posiciones mayo y noviembre de la soja perdieron US$ 7,50 y 7, mientras que sus ajustes fueron de US$ 286 y 300 por tonelada.
Las pizarras de Chicago mostraron mermas de US$ 18,37 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes resultaron de US$ 437,07 y 443,50 por tonelada. La crisis global de los mercados financieros, con centro en los Estados Unidos, desplazó en estos días los fundamentos propios del mercado de granos. No obstante valdría no perder de vista que la relación entre la oferta y la demanda de soja continúa siendo muy estrecha, y que el equilibrio no se alcanza en días.
Respecto del maíz, los exportadores pagaron $ 435 por tonelada en Lima, $ 5 menos que anteayer. Las bajas fueron de $ 15 en Rosario, San Martín, Clason y Ramallo, donde la demanda ofreció $ 425. El cereal de la nueva cosecha se cotizó a US$ 149 en Bahía Blanca y a US$ 143 en San Martín y Arroyo Seco, con mermas de 2 y 4 dólares.
Las posiciones abril y julio del maíz en el Matba resignaron US$ 5,70 y 6,50, mientras que sus ajustes fueron de US$ 142 y 148 por tonelada.
En Chicago los contratos marzo y mayo del maíz retrocedieron US$ 7,78 y 7,87, en tanto que sus ajustes resultaron de US$ 184,73 y 189,46 por tonelada. Además de la crisis financiera que impulsa la salida de fondos de inversión, la nueva caída del valor del petróleo -ayer cerró en US$ 86,99 por barril- abre grandes interrogantes sobre la producción de agrocombustibles a partir de granos.
Rumores salvan al trigo
El único grano que contrarió ayer la tendencia del mercado externo fue el trigo, que cerró con valores en alza. Ocurre que durante la jornada sonó con insistencia el rumor de que se reabriría el registro de exportaciones, cerrado desde el 28 de noviembre pasado.
A partir de ese rumor, que no fue ni desmentido ni confirmado por fuentes oficiales, los exportadores pagaron $ 590 por tonelada de trigo en Bahía Blanca y Necochea, $ 10 más que anteayer. La mejora fue de $ 20 en Rosario, Punta Alvear y San Lorenzo, donde al cereal se cotizó a $ 550. Los molinos ofrecieron entre $ 530 y $ 600, según calidad y procedencia.
Las posiciones marzo y julio del trigo en el Matba aumentaron US$ 4 y 2,60, en tanto que sus ajustes fueron de US$ 188 y 201 dólares.
En cambio, en Chicago y Kansas, el contrato marzo del trigo bajó US$ 10,66 y 11,03, y cerró con un ajuste de US$ 332,53 y 350,81, respectivamente.
Por último, el girasol disponible se mantuvo estable en $ 1350 en Rosario, San Martín, Ricardone y General Deheza, y en $ 1335 en Bahía Blanca.