Productores y frigoríficos de Brasil esperan que la demanda interna y nuevos mercados compensen el mazazo que su principal cliente, la Unión Europea (UE), les propinó al suspender las compra de carne bovina del gigante sudamericano.
Los productores brasileños vislumbran, además, que el excedente de carne provocará derrumbe de los precios del sector.
Detras de la soja, la carne es el segundo producto agropecuario de exportación de Brasil. En 2007, Brasil exportó carne por 4.225 millones de dólares y el 31,6% del total tuvo la UE como destino.
La UE suspendió "de facto" el jueves pasado las importaciones de carne bovina brasileña tras no haber llegado a un acuerdo sobre los establecimientos autorizados a exportar bajo un nuevo control sanitario.
Para el gobierno brasileño, la medida europea fue "innecesaria, desproporcionada e injustificada" y responde a presiones proteccionistas.
"Ellos tienen (el mal de) la vaca loca, y opinan sobre lo que pasa acá", dijo el presidente Luiz Inacio Lula da Silva el viernes citado por medios brasileños.
Tras la decisión de Bruselas, el Grupo JBS, uno de los mayores exportadores cárnicos mundiales, dijo que ya preveía dificultades con Europa y que en 2008 esperaba exportar a la UE apenas el 25% del volumen de 2007.
"JBS cree que otros países absorberán parte del volumen que sería destinado a Europa, y que el excedente será destinado al mercado interno. En esos locales habrá un exceso de oferta, hecho que tiende a disminuir los márgenes de la industria en su conjunto", dijo el gigante brasileño en una nota.
Ricardo Florence, ejecutivo del grupo Marfrig, dijo que su compañía tendrá que orientar su producción a "otros destinos" y que "también se concentrará en el fortalecimiento del mercado doméstico".
Añadió que su empresa, que cuenta con mataderos en Argentina y Uruguay, no prevé reducir volúmenes de producción y que comunicó al mercado que no va a alterar sus objetivos de resultados para 2008.
Una visión semejante tiene la poderosa empresa brasileña Sadia, cuyo punto fuerte son los productos procesados.
"Sadia va a redireccionar al mercado interno la carne bovina que dejará de ser exportada. Para eso, la empresa aprovechará su vasta red de distribución", dijo Gilberto Tomazoni, director presidente de la empresa.
Según Tomazoni, las exportaciones de carne bovina in natura representaron solamente 3% de sus ingresos. Pero Sadia ya tiene listo un plan de inversiones de unos 60 millones de dólares hasta 2009 precisamente en ese sector.
Para Marcus Pratini de Moraes, presidente de la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne (Abiec), habrá pérdidas para el sector a causa de los precios, pero añadió que es prematuro evaluar su alcance.
"Europa es hoy el principal comprador de carne brasileña en valores y habrá pérdidas, que serán importantes. No tenemos condiciones de evaluarlas ahora, porque dependerán del tiempo que dure el impase y el efecto sobre otros mercados, que esperemos que no lo haya", dijo Pratini.
Para el ejecutivo, el veto de la UE "seguramente tendrá un efecto en las relaciones comerciales de Brasil con Europa".
La suspensión europea a las importaciones de carne brasileña "no es una medida sanitaria, sino estrictamente comercial para atender las presiones de los productores de Irlanda y de Escocia", afirmó Pratini a la AFP. Aseguró que Brasil vende a Europa carne fresca desde hace 60 años "sin que nunca se presentara un problema de aftosa".
