La producción de la industria agropecuaria y alimentaria de Brasil creció un 4,2% en el primer semestre frente al mismo período de 2007, informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
La expansión del sector en el semestre fue favorecida por la crisis actual provocada por la baja oferta de alimentos en el mundo, que aumentó la demanda internacional elevó los precios de esos productos, según el organismo oficial.
"El escenario externo es favorable para la agricultura, con crecimiento de los volúmenes exportados y de los precios", asegura el Instituto.
Brasil es uno de los mayores graneros mundiales y el principal exportador mundial de productos como carne bovina, carne de pollo, soja, café, jugo de naranja, azúcar y etanol de caña de azúcar.
"El crecimiento mundial del consumo de alimentos, impulsado por el buen desempeño de las economías de los países en desarrollo, así como la producción de biocombustibles, la elevación de los precios internacionales de los productos agropecuarios y la creciente inserción de productos brasileños en los mercados externos contribuyeron al avance de las exportaciones", según el organismo.
El buen desempeño del sector también fue atribuido al "crecimiento de la cosecha y al aumento del consumo del mercado interno gracias a la expansión de la renta".
Según las previsiones del Gobierno, la cosecha brasileña de granos este año alcanzará un récord de 143,6 millones de toneladas, será la mayor en la historia del país y superará en un 7,9% la del año pasado (133,1 millones de toneladas), que ya fue un récord.
La producción de los sectores industriales vinculados a la agricultura se expandió un 3,2%, en tanto que los relacionados a la ganadería creció un 1,6%.
El crecimiento de la agroindustria brasileña en el primer semestre, sin embargo, se ubicó por debajo de la expansión del 4,8% que experimentó el sector en los primeros seis meses del año pasado.
La expansión sectorial en el semestre también se ubicó por debajo de la prevista para la industria en general (6,3%) en el mismo período.
Dicha disparidad fue atribuida al bajo crecimiento alcanzado por la ganadería en el primer semestre (+1,6%) como consecuencia "del embargo de la Unión Europea (UE) a las exportaciones brasileñas de carne bovina".
El embargo, que ya fue levantado para algunas haciendas que cuentan con licencia para colocar sus productos en la UE, impactó negativamente la producción de derivados de carne bovina y porcina en el primer semestre, que se retrajo un 3,7%.
El crecimiento del sector, sin embargo, aumentó la renta de los productores y expandió la producción de los fabricantes de máquinas y equipos agrícolas en un 43,5%, de los de adobos y fertilizantes en un 10,3%, y de los de raciones para animales en un 7,5%.
Entre los subsectores de la agroindustria con mejor desempeño destacó el de insecticidas, herbicidas y otros productos similares de uso agrícola, cuya producción aumentó un 46,6% en el semestre gracias a la expansión de los cultivos de soja, caña de azúcar y maíz.
En contrapartida, las industrias de procesamiento de madera registraron una retracción en el semestre del 24,2% como consecuencia de la caída de las exportaciones.
Pese a los resultados positivos del semestre en general, el Instituto advirtió que tras haber crecido un 6,1% en el primer trimestre del año, la agroindustria se desaceleró y apenas consiguió una expansión del 2,8% en el segundo trimestre.
Esa desaceleración fue provocada principalmente por la agricultura, cuya producción aumentó un 6,9% en el primer trimestre y apenas 0,8% en el segundo
