Etapa de marcada volatilidad

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escrito por Redacción Infopork

A pesar de las excelentes cosechas de soja y maíz que se esperan en los Estados Unidos, los mercados todavía no muestran síntomas de estabilizarse. Desde principios de julio a la fecha la soja en el mercado disponible acumulo caídas de US$ 20, cuando en esta misma columna semanas atrás anticipábamos "la historia de una baja anunciada".

Esta semana la soja frenó su baja, al aparecer una mayor demanda a precios más bajos que semanas atrás. La misma baja de los precios motoriza una mayor demanda y esta, a su vez, retroalimenta la suba. Este análisis es valido para la coyuntura actual, donde China toma nota de esa caída, se retira del mercado pues sabe que de aquí a un mes compra la misma soja a mucho menor precio y sabe, además, que en septiembre ingresa al circuito comercial una abundante cosecha de soja estadounidense.

El análisis estructural es mucho más holgado e impactante, el mundo tendrá 32 millones de toneladas más de soja durante 2010. Y este es un factor muy bajista para cualquier mercado, y en el caso de la soja sabemos que la demanda mundial consolida un aumento de 10 mill./t este año, mientras que la producción global tendrá un incremento de 32 millones de toneladas.

En consecuencia se produce un fuerte aumento de las existencias finales de soja, que impactan negativamente en los precios para el primer trimestre del 2010.

En el caso del maíz, la situación es mucho más complicada de analizar, pues si bien por un lado la demanda mundial se proyecta con un aumento de 19 mill./t, en al plano interno en los Estados Unidos ya se habla de rindes promedio país por arriba de los 94 quintales anunciados por el USDA en su informe de principios de mes. Si aumenta el rinde esperado en EE.UU. es entonces muy probable que los americanos vayan camino a una cosecha de maíz récord.

Entonces tenemos un escenario bajista por el lado de la súper cosecha de maíz estadounidense, pero en cierta forma sostenido por la firme demanda mundial y el hecho de que la Argentina no podrá sostener el mismo nivel de oferta de la campaña anterior, ante la gran incertidumbre que le genera al productor el mercado interno de maíz.

En estos momentos el productor argentino se enfrenta a la disyuntiva, siembro o no siembro maíz. La respuesta la da el bolsillo, en campo propio, de acuerdo a informes de prestigiosas instituciones, el rinde de indiferencia es de 5700 kilos por hectárea. Quiere decir que un maíz que pueda rendir 11.000 kg, tiene un ingreso neto equivalente a 5300 kg. Sin embargo no todos los productores tienen campos que rinden 11.000 kg y se encuentren a menos de 200 km del puerto.

Por Pablo Adreani
El autor es director de AgriPac Consultores

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