El 25 de agosto pasado tuvo lugar el segundo #25A, en esta oportunidad fue frente a la embajada de China y también organizado por Voicot, pero: ¿Quiénes son? ¿Qué buscan?. Para saberlo dialogamos con Malena Blanco, una de las fundadoras del movimiento quien nos explica la misión, porqué hacen lo que hacen y su visión de la producción porcina.
Con mensajes de alto impacto y fotografías crudas Voicot (con «V» de vegano) interviene en las calles y en las redes. Se trata de un movimiento artístico que milita en contra el maltrato y la utilización de animales tanto para el consumo como para su uso en prendas y hasta el entretenimiento. Malena Blanco es una de las fundadoras y como tal considera que “es momento de empezar a replantearnos quienes estamos siendo en este mundo, que mundo queremos construir y cuestionar estas prácticas que venimos repitiendo y perpetuando que nos trajeron hasta acá” haciendo clara referencia a la pandemia de Covid y los daños medioambientales de los últimos tiempos.
Voicot trabaja desde hace seis años y cobró mucha relevancia con su campaña en contra de la instalación de las “granjas chinas” que se viene rumoreando desde hace un año y medio. En la charla, Malena detalla el recorrido que fue haciendo la noticia desde febrero de 2020 cuando aparece el nombre de Hugo Sigman y sus intenciones de traer mega factorías chinas nuestro país. Desde eso, la noticia fue mutando y pasó de desmentidas a confirmaciones oficiales y no tanto, y Blanco señala algo importante y que trasciende las posturas sobre si carne sí o no: el mal manejo del tema, oficial y mediáticamente, después de todo se trata de ciudadanos que preguntan sobre qué está por instalarse en su país.
Las últimas noticias sobre el tópico «granjas chinas» a la que se refiere Blanco venían desde Chaco, y hacían referencia a la instalación de megafactorias cuestión que fue parcialmente desmentida en nuestro medio por parte del subsecretario del área, Sebastían Bravo, y quién sí mencionó financiamiento chino para fortalecer la planta existente.
“Para generar un kilo de proteína animal, se necesita aproximadamente 15 kilos de cereales. Se podría usar ese espacio para generar los granos que alimenten directamente a la gente, no al ganado” responde Blanco al preguntarle qué reemplazo se propone ante la eliminación de la carne de los menús, como milita el movimiento.
Un poco más allá la entrevistada señala el verdadero meollo de la cuestión: el modelo económico. “Modelo que tiene animales en su menú, que promete trabajo y que genera que en provincias con producciones records de granos como Chaco haya tanto hambre” señala de manera directa como se caracteriza a las intervenciones de su movimiento. Blanco problematiza la idea del “granero del mundo” o mejor dicho quién se beneficia de él y lejos de apuntar contra los productores porcinos, señala al “sistema productivo” que perpetúa desigualdades además de problemas medioambientales.
En oposición a las imágenes crudas y las intervenciones impetuosas que utiliza el movimiento, este fue un diálogo enriquecedor y constructivo, dónde no se señaló ni condenó a consumidores y productores sino la estructura que alimenta desigualdades y problemas medioambientales. En lugar de un boicot al consumo de cerdo encontramos varios puentes y puntos en común, quizás el más importante, el llamado urgente a empezar a hacer algo por nuestro planeta.
Redacción Infopork