Redactora: Vet. Cecilia Rodríguez
Las enfermedades respiratorias se consideran el problema más grave en la producción porcina. Son causados por varios patógenos que conforman el Complejo Respiratorio Porcino (CRP), una interacción dinámica de agentes virales y bacterianos, exacerbada por condiciones ambientales estresantes. Muchos de estos microorganismos son endémicos y están ampliamente distribuidos en la naturaleza y en diversas regiones geográficas (1), como es el caso de Mycoplasma hyopneumoniae, el cual se considera uno de los agentes clave.
Mycoplasma hyopneumoniae es un patógeno respiratorio primario y económicamente significativo que afecta la producción porcina a nivel mundial. Las infecciones causadas por M. hyopneumoniae son difíciles de controlar, porque el patógeno persiste muchas veces a pesar de las estrategias preventivas, y predispone al tracto respiratorio a la colonización de patógenos bacterianos secundarios (2). Los agentes bacterianos más frecuentemente encontrados en esta condición multifactorial son Pasteurella multocida, Actinobacillus pleuropneumoniae, entre otros y patógenos virales (como el Circovirus porcino tipo 2) que también contribuyen al brote respiratorio.
Se estima que más del 70% de las producciones porcinas en todo el mundo están infectadas con M. hyopneumoniae (3).
Durante la infección, M. hyopneumoniae ingresa y coloniza la mucosa respiratoria, adhiriéndose a las células del epitelio pulmonar y provocando una destrucción del aparato mucociliar. Esto impide los esfuerzos del huésped para expulsar el patógeno mediante este sistema, aumentando así la susceptibilidad de los cerdos infectados a patógenos secundarios (4)
La enfermedad afecta principalmente a cerdos en crecimiento y finalización y se caracteriza durante los cursos clínicos por una tos no productiva, dificultad respiratoria, fiebre y disminución del rendimiento. La infección también puede seguir un curso subclínico. De hecho, en la mayoría de las granjas porcinas, los cerdos adultos están infectados por este patógeno sin mostrar signos clínicos compatibles con M. hyopneumoniae y actuando como portadores (5).
A nivel de campo, esta enfermedad respiratoria crónica de alta morbilidad, impacta directamente en los parámetros productivos, causando importantes pérdidas económicas principalmente debido a una disminución en la ganancia de peso, un aumento en la conversión alimenticia, lotes desparejos y un aumento en el número de días para alcanzar el peso de mercado, lo que repercute en la eficiencia productiva y en la calidad final del producto (3).
Es fundamental contar con una herramienta terapéutica efectiva en el control de las enfermedades respiratorias que afectan a los cerdos, debido a las características de estos microorganismos, su prevalencia y epidemiologia que dificultan su control y a las pérdidas productivas y económicas que provoca.
Las herramientas deben ser seguras para los animales, de fácil administración, buena disponibilidad y estabilidad en el animal, de amplio espectro antimicrobiano y de bajo desarrollo de resistencia.
Por lo tanto, es esencial disponer de antimicrobianos, preservando su eficacia, usándolos de manera responsable y racional es esencial para el manejo adecuado de las enfermedades respiratorias en cerdos, para evitar el desarrollo y propagación de resistencia bacteriana y fomentar una producción porcina rentable y sostenible en el futuro.
Además, la adopción de prácticas de uso racional de antimicrobianos en la producción porcina, promueve un enfoque integral de «One Health». La resistencia bacteriana no solo afecta la salud animal, sino que también tiene un impacto directo en la salud humana y en el medio ambiente. La propagación de la resistencia bacteriana a través de la cadena alimentaria y el contacto directo entre humanos y animales representa una amenaza significativa para la salud pública.
El uso estratégico de antimicrobianos macrólidos, considerando la edad crítica de infección por M. hyopneumoniae, es fundamental. Estos antimicrobianos no solo son efectivos contra Mycoplasma, sino también contra otras bacterias secundarias que pueden contribuir a los signos clínicos observados y a la disminución del rendimiento (6). Es importante resaltar que todas las especies de Micoplasma son intrínsecamente resistentes a los antimicrobianos que actúan sobre la pared celular, como los antibióticos β-lactámicos, y a los que actúan sobre los lipopolisacáridos (LPS), como las sulfonamidas/trimetoprima, debido a la ausencia de estos componentes en los micoplasmas.
Los macrólidos tienen una alta solubilidad en lípidos y una extensa penetración tisular, particularmente en los pulmones, con efectos adversos y toxicidad mínimos. Además, su capacidad para inhibir la síntesis de polisacáridos y degradar el biofilm, una matriz protectora formada por las bacterias para resistir antimicrobianos y factores de inmunidad, los convierte en una opción efectiva para combatir infecciones resistentes.
En este contexto, el uso racional de antimicrobianos macrólidos, como la tulatromicina, que poseen una alta eficacia contra M. hyopneumoniae y otras bacterias secundarias, es fundamental. Son una opción terapéutica importante para controlar eficazmente las infecciones respiratorias en cerdos y mejorar tanto la salud como el rendimiento productivo.
REXOVET TLT
Indicado para el tratamiento de infecciones bacterianas involucradas en el complejo respiratorio porcino.
Esta formulado a base de tulatromicina, un antimicrobiano macrólido semisintético con características únicas:
- Acción prolongada: Sus grupos amino le confieren una acción de larga duración, lo que permite su administración en una sola dosis.
- Efecto bacteriostático: inhibe la biosíntesis de proteínas en bacterias patógenas, deteniendo su crecimiento y reproducción.
