Se trata de Darío Duretti, propietario de la cabaña "Los Duretti" ubicada en la ciudad bonaerense de Bragado, pleno corazón de la Pampa Húmeda.
Sobre este tipo de producción alternativa a la vacuna, señaló que "avanza de manera sostenida", al tiempo que manifestó que el sector creció un 20% en los últimos cinco años.
Ante la crisis que atraviesa hoy la producción de carne vacuna, la porcina aparece como una alternativa para hacerle frente a esta delicada situación. En los últimos cinco años, el sector porcino creció un 20% a partir de las inversiones realizadas, que se reflejan en un stock que pasó de 1.8 millones de cabezas a 3.6 millones.
Darío Duretti, propietario de la cabaña "Los Duretti" -ubicada en la ciudad bonaerense de Bragado, pleno corazón de la Pampa Húmeda -, dedicado a la genética en producción porcina, explicó algunos puntos de esta tarea y desmitificó algunos otros instalados en el imaginario popular, como el alto porcentaje de colesterol que se le atribuyó durante años a la carne que proviene de estos animales.
En el marco de la 121º Exposición de Ganadería e Industria Internacional en el predio ferial de Palermo, y al ser consultado por el fuerte crecimiento de esta producción porcina, Duretti explicó que "avanza de manera sostenida, lo que permite la recomposición de productores que ya integraban el sector y la incorporación de nuevos actores, lo que es sumamente positivo".
Para el productor esto sucede porque la cría del cerdo demanda mucho menos tiempo que la de vacas: "Los lechones para el consumo se crían en tan sólo 21 días, los capones para la elaboración de chacinados en poco más de 5 meses, y no podemos dejar de lado el hecho de que una cerda madre puede tener 2 crías por año, con un promedio de 8 a 10 lechones cada una", explicó el joven productor.
El establecimiento "Los Duretti" actualmente está produciendo en toda la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe reproductores puros de pedigree de las cinco principales razas porcinas cárnicas magras e híbridos, que son cruzas resultantes del trabajo de la cabaña. En este establecimiento, además, desarrollan tareas en forma directa más de 6 personas y 5 lo hacen indirectamente. La mayoría de ellos son los veterinarios y nutricionistas que preparan los alimentos de los animales, a través del autoabastecimiento de los balanceados y de la siembra de maíz y soja en campos propios.