Hubo coincidencia en que las perspectivas son buenas y se debe seguir invirtiendo para sumar valor.
El miércoles y jueves pasados, en un hotel de la ciudad bonaerense de San Nicolás, el sector porcino se reunió en dos jornadas de puesta al día del negocio. Fue en el ámbito de Congreso GITEP 2007, dónde se dieron cita 300 participantes, disertantes locales y extranjeros, y unas 40 empresas.
Pero expliquemos la historia desde el principio. ¿Qué es el GITEP?, se preguntarán. Es el Grupo de Intercambio Tecnológico en Explotaciones Porcinas, donde los criaderos "cruzan" conocimiento técnico. Tiene por objetivo mejorar, a través de este intercambio, el resultado productivo y económico de las explotaciones porcinas. Dentro de sus misiones, se encuentra la producción de carne de cerdo, que se debe realizar comtemplando el bienestar de los animales y los operarios que la manejan, apuntando a la carne de máxima calidad y valor nutricional, con el menor costo posible y no afectando al ecosistema ni a la comunidad circundante.
De todo esto, y mucho más, se habló en este evento que se hace cada 2 años: enfermedades digestivas en los porcinos, uso de maíz húmedo en la nutrición, actualidad económica, y gestión medioambiental en granjas porcinas, entre otros temas.
"Las perspectivas para el sector son buenas", indicó Aldo Bernaus, director del GITEP, al tiempo que destacó que la actividad "debe seguir trabajando en la conquista de mercados (aunque hace falta volumen), el desarrollo del consumo interno, y el mejoramiento de la industria frigorífica mediante nuevas inversiones".
Por su parte, el consultor chileno Dr. Joaquín Sporke, definió a la agroindustria del porcino en su país como exitosa. En cuanto a las ventajas, detalló los parámetros de salud, eficiencia y productividad logrados y, respecto a las desventajas, destacó que Chile no tiene granos, "para eso está la Argentina", dijo. Además, dijo que la Argentina "no consolidó su mercado exportador pero tiene muchas ventajas competitivas para lograrlo". Chile exporta el 40% de su producción pero apunta a llegar al 60% y cuenta con el consumo de cerdo más alto de América Latina: 20 a 21 kilos por habitante por año. En cuanto a las perspectivas del sector dijo que son buenas a largo plazo, "aunque en la actualidad se observa sobreoferta de producto de EE.UU., costos altos y precios bajos", afirmó.
A todo esto, el Dr. James Pettigrew (USA), destacó las ventajas del uso de subproductos de los biocombustibles en cerdos. "El desecho del etanol es muy útil para elaborar subproductos para la alimentación porcina con un alto contenido de fibra y proteina de origen vegetal. Son una fuente óptima de aminoácidos y energía. Se están usando en EE.UU. con muy buenos resultados", manifestó.
En tanto, el economista Javier González Fraga, se refirió a la economía en general y destacó la necesidad de planes estratégicos sectoriales y una política agroindustrial de incersión en el mundo. También dio consejos: invertir para mejorar la productividad y la calidad final; negociar y saber enfrentar la demanda salarial y cuidar los costos; evitar el endeudamiento porque las tasas de interés dejarán de ser bajas; e industrializar y agregar valor a las materias primas.
