Swift suspendió por un mes los 91 despidos que había dispuesto por las restricciones
El Gobierno estudia un tratamiento diferencial para las exportaciones de carnes cocidas (conocidas como
termoprocesados) y descomprimir la tensa situación que viven varias plantas frigoríficas dedicadas a su elaboración.
Ayer, Swift Armour -empresa del grupo brasileño JBS-Friboi- suspendió el despido de 91 empleados que se
desempeñan en la planta que la firma tiene en la localidad entrerriana de San José.
El 28 de diciembre pasado, la empresa (responsable del 56% de las exportaciones argentinas de carnes cocidas
congeladas y del 68% de las carnes enlatadas) había enviado los telegramas argumentando que, por el cupo para
exportación de 40.000 toneladas mensuales, tiene las cámaras llenas de mercadería.
Luego de intensas gestiones del secretario de Producción de Entre Ríos, el empresario avícola Héctor Motta, y tras
la intervención de los secretarios de Agricultura, Javier de Urquiza, y de Comercio Interior, Guillermo Moreno, Swift
decidió suspender la medida, aunque sólo por 30 días. Se espera que en ese tiempo haya algún anuncio oficial sobre
los productos que se elaboran con vaca de conserva (que sale del ciclo productivo), que no se consumen en el
mercado doméstico.
En marzo
El acuerdo temporario se firmó ayer en el Ministerio de Trabajo. "Extraoficialmente dicen que a partir de marzo se
liberaría la exportación de termoprocesados, pero no lo tenemos confirmado. Lo que nosotros queremos es que la
gente trabaje y por eso firmamos este acuerdo que asegura otros 30 días de estabilidad en los puestos, lo cual es
una buena señal", dijo Carlos Molinares, el negociador por parte de la Federación del Personal de la Industria de la
Carne y sus Derivados. En Swift no respondieron las consultas de LA NACION. Fuentes oficiales sostuvieron que no
se descarta tener una contemplación para la exportación de termoprocesados, lo que no afectaría el consumo
interno.
El acuerdo sólo alcanza a la empresa de capitales brasileños. Sin embargo, una situación similar experimenta el
frigorífico Friar (de la familia Vicentín), que según fuentes gremiales habría desvinculado a un centenar de empleados
de sus plantas de Santa Fe y Reconquista. Friar estaría en venta desde hace meses y sus dueños han mantenido
negociaciones con Mattievich y Cargill. Otros frigoríficos que elaboran termoprocesados también elevaron sutilmente
sus quejas a las autoridades.
Tras el anuncio de los despidos en Swift, el secretario general de los trabajadores de la carne, Alberto Fantini, había
pedido la intervención de Urquiza y Moreno. Incluso, en una reunión con este último, había recibido una respuesta
contundente: "Este es un gobierno peronista y, por lo tanto, prosindical. De una u otra forma, los frigoríficos van a
reincorporar a la gente".
Las empresas sostienen que, dada la actual situación del sector, con cupos a las exportaciones, no es rentable
industrializar las carnes y prefieren aprovechar las cuotas permitidas de envíos al exterior con cortes crudos, de
menor elaboración -menos requerimientos de equipos y mano de obra-, pero de mayores precios.
Según se acordó ayer en una reunión que el ministro de Economía, Martín Lousteau, mantuvo con algunos
representantes de la agroindustria, el Consorcio de Exportadores de Carne ABC será recibido la semana próxima por
Urquiza y su par de Industria, Fernando Fraguío.
En diciembre pasado, el Gobierno había congelado hasta el 31 de marzo la normativa que mantiene restringidas las
exportaciones de carne. Los termoprocesados se caracterizan por ser productos netamente de exportación (no se
consumen en el mercado interno), demandar mayor inversión en equipamiento y requieren tres veces más mano de
obra que la producción de la carne cruda. Y, a diferencia de esta última, tiene precios y demanda más estables.
Se trata de extractos de carne, enlatados e insumos de carne para la industria alimenticia, entre otros productos.
Además de Swift y Friar, otras empresas que producen cocidos son Finexcor, Friogorífico Rioplatense, Rafaela
Alimentos y Sadowa.