La ganadería, y en especial el sector porcino, se mueve entre la incertidumbre de los malos resultados del año pasado y la confianza de remontar el vuelo en este nuevo ejercicio. Sin embargo, es el pesimismo el que gana fuerza entre los empresarios a la vista del escenario esbozado por el que es el observatorio más completo de esta industria ganadera en España.
El informe Excelpork, presentado esta semana en Madrid analiza las posibilidades de expansión de las diferentes cabañas provinciales, y el panorama no es nada halagüeño para Segovia. Las conclusiones extraídas del estudio indican que la provincia tiene dificultades para mantener la actividad ganadera en lo que a la industria porcina se refiere. El profesor titular de la Universidad Complutense y uno de los autores del informe, José Antonio Herce, apunta una tendencia, y es que «se observa una migración geográfica en la explotación».
El mapa dibujado por Analistas Financieros Internacionales, de la que es socio director de Economía el profesor Herce, destaca las zonas con un mayor riesgo de saturación del mercado porcino, y Segovia está entre ellas. El peligro y la amenaza es grave si se atiende al índice sintético de las limitaciones territoriales que sale de mezclar diversas variables, como la densidad de esta ganadería y su evolución en los últimos años, así como la carga que representa en la economía.
El análisis Excelpork asigna a Segovia un índice de 231, rondando lo que supondría un nivel de saturación extremo, cuyo umbral se sitúa en más de 251. La provincia se halla en el mismo grupo de riesgo que Madrid, Ávila, Huesca, Zaragoza, Castellón, Tarragona y Cádiz.
Peor lo tienen otros territorios donde el sector porcino es clave, como Barcelona, Lérida, Murcia y Madrid, producciones que han rebasado el límite del 251 y cuya saturación es máxima.
Lastres
Aunque no sirva de consuelo, las acotaciones a la expansión del mercado provincial podrían frenar aún más esta industria lastrada en el último año por el encarecimiento del precio del pienso, el aumento de empleo de los biocombustibles y por el descenso moderado de la demanda y del consumo de la carne de cerdo.
Y es que, el estudio también contempla la variable de la densidad de población. Los índices sintéticos de las limitaciones territoriales del porcino podrían ser más elevados de registrarse una mayor concentración demográfica, por lo que el impacto se localiza sobre todo en las explotaciones de las áreas urbanas. De ahí que las dificultades de expansión sean mayores en Madrid y Barcelona, por ejemplo, donde la evolución de la cabaña de cerdos se ha estancado e incluso descendido en los últimos seis años, como ha ocurrido en el caso catalán.
Por lo tanto, el informe Excelpork deja a las claras las dificultades y limitaciones que sufre el mercado porcino segoviano a la hora de expandirse.
