La ganadería ha dejado de ser una actividad rentable a consecuencia de los elevados costos de producción, regresar a los conceptos básicos de crianza de animales, permitiría un repunte económico.
Joel Benavides García, miembro de ANGADI y especialista en el tema, consideró que la industrialización de la actividad ha sido el factor detonante para que en esta región la ganadería dejara de ser redituable.
"La ganadería ya no es negocio, los precios de la carne no se han compensado con la elevación de costos de todos los insumos que requerimos para la producción", aseguró.
Diversas instituciones de gobierno han realizado estudios de mercado, que han comprobado que la actividad ganadera en la región norte del país, representa un negocio es deficitario, con todos los gastos y el costo de capital que se debe invertir.
"En 1996 fue cuando se rompió el punto de equilibro, hay regiones como las huastecas donde persiste la rentabilidad, porque cuentan con mayores lluvias, aquí las condiciones son adversas", explicó.
Desde su punto de vista, el proceso de industrialización de la ganadería, más que un beneficio, representa su mayor problema.
"Cambiamos el concepto de una provisión natural de carne a una industrialización de su producción. Fue un cambio en el diseño natural, que inicia desde la crianza de los animales", mencionó.
Benavides García explicó que al alimentar al ganado con granos, en lugar de un pastaje natural, el sistema inmunológico del animal se debilita, lo que genera la adición de químicos a la carne para completar estas deficiencias.
"El problema es que se alteró la naturaleza de la carne, esto además de ser dañino para la salud, representa la elevación de costos por todas las hormonas y procesos que se deben realizar", dijo.
Volver a los preceptos básicos, donde el ganado es alimentado con forraje natural, es la solución que Benavides García sugirió.
"A como están los costos de la energía y los granos, se debería descartar el uso de granos para alimentar a los animales y así lograr la sobrevivencia de la ganadería", aseguró.
El beneficio de una carne sin alteraciones químicas en el proceso de producción, se reflejaría directamente en la salud del consumidor y en las ganancias del ganadero, pues estos productos se ofertarían con un precio más elevado, al ofrecer un producto de mejor calidad.
"La primera labor que debemos hacer es convencer al consumidor que la carne de pasto es buena, tal vez el sabor será distinto a la que hay en el mercado, pero los beneficios a la salud son incomparables", afirmó.
Benavides García consideró que los ganaderos deben unirse al movimiento orgánico que empieza a darse en México y pensar en ofrecer productos de calidad a sus consumidores.
"El ganadero de hoy necesita buscar un mercado de un producto saludable, ubicarse con un sobreprecio y bajar sus costos de producción para mantenerse en la actividad", finalizó
