El desgaste se hace evidente. La ganadería tiene margen sólo para un mes mas antes de tener que vende.La mayoría de los productores aún tiene resto para sostener el estado de protesta, pero el desgaste se hace evidente y algunos sectores reconocen que, de mantenerse restringida la actividad, las complicaciones comenzaran en 30 días y no podrán pasar el invierno.
Por lo pronto, los agricultores llegarían sin problemas hasta la primavera (sin tomar en cuenta la grave disminución en inversión y proyección a futuro), en tanto que la ganadería tiene resto al menos para un mes más, antes de tener que comenzar a vender bajo presión. Desde el sector lechero trazan un panorama más dramático: «Ya ni siquiera los tambos grandes están obteniendo ganancias. El mes próximo será un momento clave, ya que la producción tiene una disminución histórica de 30%. No sólo podrá faltar leche, sino que cerrarían unos 500 tambos, de un total de 12.500», ilustró a este diario Guillermo Draletti, presidente de la Unión General de Tamberos.
Los productores de leche están a la espera de que el gobierno eleve el precio del litro de leche, fijado en $ 0,81 más $ 0,07 proveniente de compensaciones. Aspiran a llegar a $ 1,25. «La actividad se ha vuelto poco rentable, por la sequía y por las complicaciones financieras que están sufriendo la mayoría de los tambos», aseguró Draletti.
• Penoso
Se suma la situación coyuntural de cortes de rutas en el país, por la cual el Centro de la Industria Lechera advirtió ayer que si se continúa impidiendo el traslado de leche cruda y demás insumos a las plantas industriales para su elaboración, «no será posible evitar la penosa situación de tener que tirar leche, ya sea por la imposibilidad de recolección o de procesamiento de la misma», y que «además se pondrá en alto riesgo de desabastecimiento al mercado en el muy corto plazo».
En lo que respecta a la ganadería, la misma se encuentra actualmente afectada por la sequía en los campos de pastoreo. Los productores tienen, en promedio, «resto para 30 días más», calculó Alfredo Rodes, director ejecutivo de CARBAP. Luego de este lapso, se verían obligados a «vender invernada o vaca», para tener ingresos, agregó Rodes.
El consumo, en tanto «no sufriría riesgo en el corto plazo, ya que las cámaras frigoríficas están por el momento bien abastecidas y, además, el gobierno obliga a los exportadores a tener en cámara 75% de su producción», postuló Arturo Lavallol, titular del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.
La actividad porcina también hizo su descargo, con la advertencia de que se trata de una actividad intensiva y que «si no hay salida de animales se produce un atascamiento en todo el proceso que se inicia con las hembras que deben parir», según un comunicado difundido ayer por la Asociación Argentina de Productores de Porcinos. Preocupa también la falta de alimento para los animales, a base de maíz y soja. «Hay establecimientos que tienen sólo para dar de comer las próximas 48 horas», aseguró la Asociación, que además hizo saber que existen actores al borde del quebranto.
