La compañía presidida por Pedro Ballvé ha explicado que "el proyecto de integración se encuentra actualmente en fase de negociación, habiendo formalizado las partes un acuerdo de intenciones no vinculante".
Según los términos de este acuerdo, la fusión se llevaría a cabo mediante la absorción de GSH por Campofrío, que aumentaría su capital social mediante la emisión de nuevas acciones para su adjudicación a los socios de la sociedad absorbida.
De acuerdo con la ecuación de canje convenida, la participación de los actuales accionistas de Campofrío representaría el 51,5% del capital social resultante.
La firma española ha asegurado que la operación daría lugar a "líder en el sector de preparados cárnicos" y ha subrayado que la decisión responde "a criterios estratégicos y empresariales y se configuraría como una fusión entre iguales", manteniéndose Campofrío como una entidad independiente.
Antecedentes
EXPANSIÓN ya adelantó que el grupo resultante de la fusión adoptaría el nombre de Campofrío y estaría controlado a partes iguales por la compañía española y Gruope Smithfield, a su vez coparticipado a partes iguales por el grupo estadounidense y la firma de capital riesgo Oaktree Capital Partners.
Se trata operación por la totalidad del capital, aunque Smithfield controla el 23% de la española, que sitúa el valor de la nueva Campofrío en aproximadamente mil millones de euros.
No obstante, personas próximas a la operación han advertido de que el acuerdo no vinculante todavía no se ha firmado y que, por tanto, la operación podría no llegar a cerrarse. El socio americano tenía la intención de seguir creciendo en Europa, con el reto de construir un grupo paneuropeo, especialmente tras la compra del negocio cárnico de Sara Lee, tal y como publicó el pasado 5 mayo, el diario EXPANSIÓN.
En el momento de la suspensión, las acciones de Campofrío subían un 3,82%, hasta 8,70 euros.
