Aunque los mecanismos subyacentes del estrés por calor aún se desconocen, la industria porcina requiere soluciones comercialmente viables para reducir la interrupción temprana del embarazo de las cerdas destetadas y apareadas en verano.
El estrés por calor compromete la eficiencia de la producción porcina en los rebaños de cría. También provoca bajas tasas de parto en cerdas apareadas en verano debido a la alta frecuencia de interrupciones tempranas del embarazo. Una baja tasa de partos está asociada con pérdidas económicas anuales significativas en la industria porcina. La alteración en el intervalo del estro a la ovulación, el daño del ADN en el esperma, la mala calidad de los ovocitos y las concentraciones subóptimas de progesterona y estrógeno contribuyen a los impactos mediados por el estrés por calor alrededor de la concepción.
Tasa de parto reducida de las cerdas
La tasa de parto reducida de las cerdas domésticas apareadas en verano se manifiesta principalmente en una mayor proporción de cerdas con un regreso irregular después del apareamiento, que necesita un mayor número de apareamientos para establecer un embarazo viable. Se sugiere que una temperatura ambiental alta junto con la alteración de la duración del día reducen la tasa de parto promedio de 5% a 10% en comparación con el promedio anual. La investigación ha demostrado que una reducción en la tasa de parto de las cerdas apareadas en verano se debe principalmente a la interrupción temprana del embarazo más que a la falta de concepción.
Factores que afectan a las tasas de parto más bajas durante el verano
Conocer el intervalo exacto entre el estro y la ovulación es fundamental para lograr una concepción óptima después de la inseminación artificial. Los estudios han demostrado que el estrés por calor durante la lactancia reduce el tamaño del folículo y prolonga el intervalo entre el celo y la ovulación.
Por otro lado, el intervalo estro-ovulación es más corto en cerdas cuyas camadas fueron destetadas en verano. La condición de estrés por calor afecta la fertilidad de los verracos al reducir las concentraciones de espermatozoides y al aumentar el porcentaje de espermatozoides con daño en el ADN. También disminuye la motilidad de los espermatozoides, lo que a su vez reduce la tasa de concepción, la tasa de supervivencia embrionaria y la tasa de parto de las cerdas apareadas en verano.
Calidad del ovocito
La calidad de los ovocitos, que es la capacidad de los ovocitos para formar blastocistos, es un factor importante que determina el éxito de la fertilización. Las cerdas destetadas en verano presentan una mala calidad ovocitaria. también muestran un menor número de folículos preovulatorios post-destete y concentración de progesterona en el líquido folicular. Además, el estrés por calor hace que los ovocitos sean más susceptibles al estrés oxidativo, altera la maduración de los ovocitos y reduce la tasa de fertilización.
Concentración plasmática de progesterona
La pérdida de preñez antes del día 35 de gestación debido a un reconocimiento materno inapropiado de la señal de preñez es otra causa importante de falla reproductiva y baja tasa de parto en cerdas apareadas en verano. El estrés por calor reduce el peso promedio del cuerpo lúteo en un 15%. Sin embargo, la concentración de progesterona en plasma aumenta más rápidamente después de la detección del estro durante el verano. La producción de progesterona modula el entorno uterino y el desarrollo embrionario, y la secreción de estrógenos es necesaria para el establecimiento de la gestación y la supervivencia embrionaria a partir del día 24 de gestación en cerdos. Por lo tanto, es importante considerar la proporción de estrógenos a progesterona como una causa potencial de la baja tasa de partos durante el verano.
Estrategias para mejorar la tasa de parto
La suplementación de una mezcla de antioxidantes a los verracos disminuye los espermatozoides dañados por el ADN durante el verano. La suplementación con vitamina C o D por encima de los niveles normales recomendados mejora la calidad del semen. La betaína protege a las células del estrés osmótico y convierte la homocisteína en metionina. La suplementación con betaína (0,22%) durante una lactancia caliente reduce los efectos negativos del estrés por calor en la calidad del ovocito. También aumenta el desarrollo del folículo de las cerdas y mejora la tasa de parto posterior en un 6%.
Los ácidos grasos esenciales como el ácido α-linolénico proporcionan energía para la maduración de los ovocitos. También aumentan la calidad de los ovocitos, sirven como precursores de las prostaglandinas y mejoran la salud uterina posparto, el desarrollo de folículos y la ovulación. Entonces se logra una tasa óptima de retención de embarazos posteriores.
El factor de crecimiento similar a la insulina-1 facilita el desarrollo del folículo y aumenta la tasa de parto en un 5,9% en las cerdas montadas en verano. La inyección de 1000 UI de gonadotropina coriónica humana 12 días después del apareamiento induce la ovulación de folículos más pequeños, aumenta las concentraciones de estrógeno y progesterona en la sangre. También apoya el endometrio y el crecimiento embrionario y mejora las tasas de concepción y parto en cerdas primíparas apareadas en verano. Además, la suplementación con micronutrientes como la vitamina B12 y el ácido fólico justo después de la concepción reduce la pérdida temprana del embarazo.
Observaciones finales
La alteración en el intervalo del estro a la ovulación, el daño del ADN en el esperma, la mala calidad de los ovocitos, las concentraciones subóptimas de progesterona y estrógeno contribuyen a la baja tasa de parto mediada por el estrés por calor en las cerdas. Sin embargo, los factores clave que causan la interrupción temprana del embarazo siguen siendo desconocidos, lo que dificulta el desarrollo de estrategias de intervención específicas. Se requiere más investigación para explicar los efectos del daño en el ADN del semen en la tasa de concepción en cerdos y para investigar el efecto del estrés por calor en el aumento anormal de la secreción de prostaglandina en las cerdas durante la gestación temprana.
Fuente: pigprogress.net
