China mira a Brasil y Argentina como alternativas al cerdo europeo

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escrito por Redacción Infopork

Ante las crecientes tensiones comerciales entre China y la Unión Europea (UE), el gigante asiático ha comenzado a considerar a Brasil y Argentina como posibles proveedores clave de carne de cerdo. Esta búsqueda de alternativas se aceleró tras la reciente investigación «antidumping» lanzada por China contra las importaciones de carne porcina y sus derivados provenientes de la UE, en represalia a los aranceles europeos sobre los vehículos eléctricos chinos.

La medida, anunciada el 17 de junio por el Ministerio de Comercio de China, podría tener un impacto significativo en países como España, principal exportador de carne porcina hacia China. En 2023, las exportaciones españolas alcanzaron los 1.537 millones de dólares, cubriendo gran parte de la demanda china de productos como orejas, morros y pies de cerdo, que no tienen tanto valor en Europa pero son altamente apreciados en el mercado asiático.

No obstante, si los aranceles europeos siguen en pie, China podría girar su mirada hacia América Latina. Éva Gocsik, analista de Rabobank, señala que Brasil es el principal candidato para reemplazar al cerdo europeo, seguido por Canadá, Estados Unidos y Argentina. Sin embargo, la especialista advierte que, a corto plazo, estos países tendrían dificultades para aumentar su capacidad de exportación sin desviar flujos comerciales ya establecidos hacia otros mercados.

A pesar de que Brasil aparece como el proveedor con más potencial, aún enfrenta desafíos. Existen pocas plantas en Brasil autorizadas por China para exportar vísceras, un sector clave para el mercado chino. Además, una eventual salida del cerdo europeo de China podría reducir los precios internacionales, lo que afectaría la competitividad de Brasil en el mercado asiático.

Argentina, aunque se posiciona en un segundo plano, podría aprovechar esta coyuntura para consolidar su presencia en el mercado chino, siempre que pueda incrementar su capacidad de exportación y cumplir con las exigencias sanitarias de Pekín.

A pesar de estas alternativas, Gocsik plantea una posibilidad adicional: que China simplemente no reemplace las importaciones de cerdo europeo, dada su creciente producción interna. El gigante asiático ha impulsado su producción en los últimos años y busca aumentar los precios locales, actualmente deprimidos por un exceso de oferta, para ayudar a sus productores a equilibrar las pérdidas.

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