La expectativas de los biocombustibles y la fuerte demanda mundial de cereales han motivado que en un año estas materias primas se disparen un 20% El incremento de los precios amenaza con el cierre de explotaciones
Ni es una epidemia, ni que los consumidores dejen de comprar carne. Es algo mucho peor lo que está afectando a la ganadería en la comarca, que es reflejo de lo que ocurre a nivel general. Los precios de las materias primas que se utilizan para la fabricación de piensos han subido en un año un 20%, con un consiguiente incremento de los costos de producción para los ganaderos.
Por contra, lo que recibe el ganadero por la carne que produce apenas se ha incrementado, con el consiguiente perjuicio económico que convierte en «preocupante» el futuro del sector. Un panorama nada halagüeño al que se tienen que enfrentar los ganaderos que, de continuar en la misma línea, hará inviable el mantenimiento de la ganadería intensiva.
Así lo ha explicado el lorquino Miguel Padilla Campoy, de la comisión ejecutiva estatal del sindicato COAG, que afirma se trata de un problema general, pero que en el caso lorquino, con la importancia que tiene el sector ganadero, en especial el porcino y el vacuno de carne, puede ser muy grave.
Las causas de este desfase al alza en los precios los achaca a una serie de factores, entre los que destaca las expectativas generadas por los biocombustibles, con las variables de producción de bioetanol, a base de cereales y remolacha, y de biodiésel, que utiliza principalmente la soja.
Al mismo tiempo se ha producido a nivel mundial un aumento espectacular de la cabaña ganadera con el consiguiente incremento de la demanda de piensos y la disminución de tierras para cultivos. La inestabilidad de la producción por contratiempos climáticos es otro factor.
A estas motivaciones suma Padilla el movimiento especulativo que se ha generado alrededor de la escasez mundial de cereales, sobre todo en el caso del maíz, cereal base de las fórmulas de alimentación animal. «La tendencia alcista de los precios, han convertido este mercado en una atracción para inversores que buscan ganancias rápidas».
«Son más las causas que se han concitado en esta situación, pero las anteriores considero que son las más importantes. A eso hay que unir que en España somos deficitarios en cereales y hemos de importar un tercio de la materia prima para fabricar el pienso y, en algunos casos como la soja, hay que traerla en su totalidad de fuera», añade Miguel Padilla.
