Según los proveedores, incidió la menor oferta de animales para faena y una recuperación de precios en las carnicerías…
Después de varios meses de mantenerse a raya, los precios de los cortes de carne vacuna de mayor demanda han comenzado a experimentar un leve incremento que, en promedio, alcanza al 10 por ciento en lo que va del año.
El dato surge de un relevamiento propio que comparó los valores actuales con los de diciembre pasado. Si bien hay matices, ya que depende del comercio y de la categoría de los animales faenados, los carniceros afirman que el ajuste no es más que la consecuencia de trasladar al mostrador los nuevos precios mayoristas.
En algunas carnicerías acusan alzas de entre 15 y 20 por ciento en el valor de la media res de ternera al gancho, aunque voceros del sector frigorífico relativizan esos incrementos. “De todos modos, la actualización está en línea con la inflación oficial anual”, interpretó Daniel Urcía, de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (Afic).
Causas. En rigor de verdad, el precio de la carne ha tenido un movimiento menor al que experimentaron otros productos de la canasta básica en el último año. Y ése es el argumento que esgrimen en el sector para señalar que “la carne viene retrasada”.
Otro factor que ha incidido fue la dificultad para movilizar la hacienda en las áreas donde los caminos rurales quedaron intransitables por las lluvias. El fenómeno se percibió en el Mercado de Liniers, ya que la oferta de cabezas cayó más de 30 por ciento en las últimas dos semana en comparación con las primeras de enero.
Los cambios en el flujo normal de animales también se notaron en el precio promedio del novillo, que ahora se mantiene firme por encima de tres pesos en ese centro de referencia, con un alza de 5,3 por ciento respecto al promedio de principios de enero. Además, la menor oferta llevó a que se prioricen las plazas con mejores plazos de pagos.
En tanto, se abre la incertidumbre respecto a lo que pueda ocurrir a futuro como consecuencia de la fuerte alza en el valor de los granos, en especial soja y maíz, que inciden en el costo de alimentación de los animales. “Hoy, la ganadería es subsidio-dependiente”, advirtió Urcía. Dicho de otra forma, sin esa herramienta sería imposible sostener la actual ecuación de precios en la cadena.
Por las góndolas. En el hipermercado Libertad de Rodríguez del Busto se verificaron ajustes en los precios de costeleta, vacío y peceto, entre otros, mientras que en la sucursal de Disco del Córdoba Shopping (Villa Cabrera), se detectaron alzas en nalga de novillo, aunque en otros cortes no se relevaron movimientos.
Para esa categoría, el precio de la denominada “pulpa” va de 9 a 10 pesos por kilo, mientras que en los comercios que trabajan con animales más livianos, los valores rondan los 15 pesos por kilo.
En carnicerías de barrio, el peceto se paga entre 16 y 18 pesos, en tanto que el lomo puede llegar a cotizar hasta 20 pesos por kilo. En el Mercado Norte, los puestos consultados afirmaron que hubo un incremento de 12 por ciento en el precio de la media res al gancho, pero indicaron que casi no hubo un traslado de valores al mostrador.
En tanto, hay disidencias con respecto al valor final que se paga por el kilo de la media res descargada en los comercios. Mientras algunos afirman que el precio va de 6,20 a 6,80 pesos para terneros, en otros comercios aseguran que han llegado a pagar más de siete pesos.
