Los falsos mitos que persisten en torno a la carne de cerdo

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escrito por Germán Piquer

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la carne roja de mayor consumo mundial es la carne de cerdo, cuya demanda en las últimas décadas ha experimentado un fuerte incremento. Y, sin embargo, todavía varios mitos persiguen su consumo y su buena reputación entre los consumidores.
Junto con el de las aves de corral, el porcino es el subsector pecuario de mayor crecimiento. La producción porcina está distribuida por todo el mundo, con exclusión de algunas regiones que mantienen ciertas reservas culturales y religiosas en relación con el consumo de carne de cerdo.
Y, sin embargo, hay muchos mitos sobre la carne de cerdo que siguen cuestionando su calidad nutricional.

Carne grasa y sin calidad nutricional: ¡en absoluto!

Uno de los mitos es que la carne de cerdo tiene mucha grasa. Sin embargo, tal y como indica un artículo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México, el 65% de la grasa que contiene el cerdo se retira durante el proceso de corte y la que queda es 70% poliinsaturada (de la buena) y solo el 30% es saturada (la mala). Al ser rica en ácido linoleico, neutraliza los efectos negativos de las grasas saturadas y disminuye el colesterol.
Otra de las cuestiones que suele ponerse en duda es la calidad nutricional de este tipo de carne. La carne de cerdo es una gran fuente de nutrientes esenciales para el organismo. Además de proteínas de alta calidad (con aminoácidos esenciales como la lisina), aporta vitaminas B1, B3, B6 y B12, hierro, riboflavina y ácido pantoténico. Es decir, el valor nutritivo de la carne de cerdo la sitúa como uno de los alimentos más completos para el ser humano.
Por otro lado, según la Interprofesional de Porcino de Capa Blanca de España (Interporc), la evolución de los últimos años en la producción de carne de cerdo ha sido encaminada a minimizar riesgos y a mejorar la opinión del consumidor. De esta manera hoy en día la carne de cerdo ofrece un 31% menos de grasa, un 10% menos de colesterol y un 14% menos de calorías que hace unos años.
Otro mito alrededor de su consumo es que la carne de cerdo transmite enfermedades como la cisticercosis. Ésta es una enfermedad causada por el parásito Taenia solium, que se da a través de la ingesta de huevos (proglótidos) de este parásito. Sin embargo, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México señala que la cisticercosis no se presenta por comer carne de cerdo mal cocida, sino que es resultado de infecciones externas o autoinfección.

Mejorar la imagen entre los consumidores: tarea fundamental

Diferentes asociaciones nacionales de productores de porcino han desarrollado campañas entre los consumidores para desmitificar a la carne de cerdo. Estas campañas con fundamentales para lograr que los consumidores tengan acceso a una información veraz que les permita conocer la calidad de los diferentes alimentos que pueden incluir en su dieta.
La carne de cerdo tiene características nutricionales que la convierten un alimento esencial dentro de una dieta equilibrada, por eso es necesario que los consumidores estén al corriente de sus bondades.

Fuente: Elsitioporcino.com

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