La industria porcina Argentina enfrenta desafíos en el mercado internacional y local.
Las importaciones de carne porcina para la Argentina no han respondido al impulso que el Gobierno Nacional promovió con ventajas para los supermercados que las realicen. La sobreoferta de mercadería y la baja en los precios locales del cerdo han frenado este incentivo por el momento. Las importaciones de marzo muestran una disminución del 34% en comparación con febrero y un 27% menos en comparación con marzo del año anterior. Esta recesión se refleja incluso en productos importados como la bondiola, algunos de los cuales se están vendiendo a precios reducidos debido a su tiempo en cámara.
Los datos provistos por JLU Consultora explican además que este panorama plantea preocupaciones sobre la apertura de puertas a las ventajas para importar, especialmente si persiste un retraso cambiario, lo que podría aumentar las posibilidades de traer más mercadería del exterior.
Respecto de las exportaciones, en el mes de marzo del presente año, el sector porcino experimentó un ligero descenso en sus exportaciones, con un total de 619 toneladas, lo que representa una disminución del 8% en comparación con el mes anterior y un 14% menos en comparación con marzo del año anterior. De este volumen, el 23% corresponde a carnes, mientras que el resto son menudencias.
A pesar de este panorama, se observa un leve incremento en las exportaciones de carnes porcinas, lo que está generando cambios significativos en la producción local. Aunque enfrenta desafíos, especialmente en la competencia con Brasil, el sector continúa esforzándose, lo que se percibe como un alivio para el mercado interno. Se destaca la importancia de una adecuación del dólar para mejorar la situación.
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