Capacitación y tecnificación en una puesta al día con expertos internacionales.
Potrero de los Funes (San Luis). Durante tres días se reunió esta semana aquí el sector porcícola para recibir la mayor capacitación que se ofrece en el país, organizada desde hace 26 años por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
Lejos de los pronósticos negativos para la actividad pecuaria, los discursos casi de manera uniforme arrojaron un panorama alentador para este sector productivo.
"Estamos en condiciones de que la producción porcina alcance su punto máximo", aseguró en la apertura Bibiana Pelliza, presidenta del Congreso. Según su análisis, en el último año se ha alcanzado una faena de 3,2 millones de cabezas, dato que permite proyectar un crecimiento sostenido de la faena, como resultado de la eficiencia productiva por cerda por año y esperar un récord de cuatro millones de cabezas para el próximo año.
Las experiencias recolectadas por el Grupo de Salud Porcina de la UNRC arrojan que las mejoras en la tecnificación de las granjas y la continua capacitación que ha realizado este sector desde sus técnicos y especialistas, hasta los encargados de granjas, permite a productores que posean de 100 a 200 hectáreas transformar sus granos en carne, para otorgar mayor valor al proceso.
"Tenemos registros de pequeñas empresas con esas superficies que han transformado el planteo agrícola para agregar producción porcina, tienen registros que superan las 150 madres y venden más de 22 capones por madre, otorgando mayor sustentabilidad al sistema agropecuario", agregó Pelliza.
Con este panorama, convocó a los 600 asistentes a formar parte durante todo el encuentro de un debate que culmine en la elaboración de bases y propuestas para plantear al Estado un núcleo de desarrollo y transferencia de tecnologías, y comprometer al Gobierno nacional y a los provinciales a que aporten financiamiento para ejecutar estos proyectos.
Metas. Los dos desafíos más fuertes planteados durante los tres días fueron: en primer orden, el crecimiento cuantitativo en el volumen de la producción ya que, cualitativamente, los indicadores posicionan a la carne argentina entre las mejores del mundo. En segundo orden, capitalizar las incipientes exportaciones para dar continuidad a este canal en el destino de la producción.
"Los buenos vientos que otorgan las excepcionales condiciones del mercado mundial colocan a la Argentina, al Mercosur y a toda Latinoamérica frente a una excelente oportunidad de dar respuesta a la demanda mundial de alimentos, en cantidad y calidad, sin que por ello se deba descuidar el mercado interno", remarcó Pelliza.
Siguiendo esta premisa, varios expositores abordaron tópicos relacionados a las condiciones necesarias y suficientes para exportar. El primero fue el doctor Ricardo Soncini, quien se desempeña en una de las empresas más importantes de Brasil, productora de carne aviar y porcina.
Tendencias. Para medir las debilidades y fortalezas de Argentina, el especialista brasileño trazó un panorama sobre la situación internacional del mercado porcino.
En producción, las cifras posicionan en el primer lugar mundial a China, con un volumen de 50 millones de toneladas anuales, seguida por la Unión Europea, con 21,6 millones, Estados Unidos (9,6 millones) y Brasil, con 3,23 millones de toneladas.
De los principales países productores, sólo Estados Unidos y Brasil buscan nuevos mercados, ya que China produce para el mercado interno y la Unión Europea sólo comercializa dentro de la comunidad.
El especialista comentó que Brasil es uno de los países que mayor crecimiento en volumen de producción ha registrado entre 1998 y 2006, con el 86,8 por ciento.
El problema del país vecino es que, pese a este incremento en la producción, no han logrado superar los niveles de consumo interno de carne de cerdo (que rondan los 12/14 kilos por habitante por año), ni acaparar mercados externos que ofrezcan continuidad y buena capacidad de negociación.
Respecto del incremento de la demanda a nivel mundial, Japón y México (68 por ciento), son los que mayor volumen requerirán en el futuro y, por tanto, mayor nivel de importaciones. Tanto para Brasil como para la Argentina se perfilan como "el sueño del exportador", por que poseen moneda fuerte y alta demanda de alimentos con valor agregado.
Las ventajas comparativas de América latina en este contexto son cuatro, según el análisis de Soncini: buen clima, disponibilidad de territorio, disponibilidad de materias primas, y alta profesionalización del personal.
Estos factores agrupados permiten que la Argentina tenga un costo de producción por kilo de cerdo de 0,63 dólar y Brasil de 0,75, mientras que el resto de los países –entre ellos los que forman parte de la Unión Europea– de 2,09 a 2,39 dólares por kilo.
Cómo prepararse. Para poder ser un exponente con viabilidad en estos mercados, el técnico remarcó tres premisas fundamentales: calidad, costo y capacidad de entrega (disponibilidad de producto en cantidad sostenida).
Consideró fundamental para esto atender a auditorías de procesos, primero con auditorías oficiales, y después con auditorías de clientes, práctica muy común en Brasil, pero poco frecuente en Argentina.
"Los analistas llegan a las granjas con una lista de cientos de preguntas que deben responder los candidatos a las exportaciones; es imprescindible estar preparados porque las exigencias son muy superiores a las que ellos mismos practican en sus granjas", enfatizó. Y, y con ánimo de entusiasmar al auditorio hacia este camino, Soncini dejó para el final las palabras del cantautor español Joan Manuel Serrat: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
