¿Cómo aplicar la bioseguridad a mi granja porcina?

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escrito por Germán Piquer

Autor: Walter Zanel – Teknal 

 

Con la emergencia de enfermedades virales en cerdos como el Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (vPRRS), la influenza porcina (IP), el Circovirus porcino tipo 2 (PCV2), y la Diarrea Epidémica Porcina (DEP), entre otras, en la actualidad existe la necesidad de implementar medidas que disminuyan o eviten el ingreso y la diseminación de patógenos en las granjas.

 

El impacto económico de una nueva enfermedad viral o bacteriana en nuestro establecimiento puede ser devastador si no se toman medidas adecuadas para limitar el ingreso de esta. Por lo que todo el personal (propietarios, médicos, personal de oficinas y producción) involucrado en las actividades de la granja deberá cumplir con las medidas sugeridas para ello. (Villalvazo,2015)

 

Las enfermedades constituyen uno de los principales desafíos de la producción porcina e impactan directamente sobre la viabilidad de las granjas. Esto es porque afecta los parámetros productivos y económicos de las empresas porcinas. Se pueden producir altas tasas de mortalidad y, quizás más importante, a largo plazo la perdida de desempeño productivo. De esta forma la bioseguridad debe ser tomada como una de las medidas de prevención obligatorias para toda granja porcina que busque los mejores resultados en forma sostenible en el tiempo (Sarradell, 2015).

¿Qué es la bioseguridad?

 

El concepto de BIOSEGURIDAD se refiere al conjunto de medidas que son aplicadas con el objetivo de evitar el ingreso de enfermedades al establecimiento, su diseminación dentro del mismo y hacia otros (MADEC 2001, Levis 2011, Canadian Swine Health Board).

 

Considerando que las enfermedades se transmiten e introducen de forma DIRECTA (de animal a animal) e INDIRECTA (a través del personal, herramientas, alimentos, etc.) y debido a la diversidad en sistemas de producción (intensivos y extensivos) es que consideramos que cada establecimiento porcino debe elaborar su propio protocolo de bioseguridad. Para ello, se debe tener en cuenta:

 

  • Ubicación:
    – Otras granjas: La situación ideal es que cada granja se instale a 5 km entre sí. Se considera que densidades de más de 1000 cerdos por km es de alto riesgo.
    – Mataderos o Frigoríficos: A una distancia menor de 1 km se considera de alto riesgo. Debido a la concentración de animales de estatus sanitario heterogéneo.
    – Medioambiente: los terrenos sinuosos o montañoso y protegidos de los vientos y de clima seco son preferibles a las zonas planas, ventosas y húmedas.
    – Rutas: Se considera adecuada una distancia de 400 a 800 metros con las rutas y caminos vecinales. Las granjas situadas a menos de 50 metros de rutas con alto tránsito son de alto riesgo.

 

  •  Instalaciones:
    – Cercos perimetrales: El predio debe contar con una cerca que delimite el perímetro de la granja y permita la separación de la zona limpia (interior) de la zona sucia (exterior). Esto impide el ingreso de animales silvestres y agentes patógenos.
    – Entrada Principal: Debe permanecer cerrada en todo momento. Tendrá que utilizar carteles para advertir el acceso restringido por razones sanitarias y contar con un número de teléfono al cual contactar.
    – Filtro sanitario: La única posibilidad de ingreso a las instalaciones, debe ser a través de las duchas.
    – Galpones: La maternidad es el sitio más sensible dentro del establecimiento, por lo que se recomienda una distancia de 2000 metros del resto de la granja y contar con un cerco perimetral, de considerarse necesario.
    – Vestuarios y oficinas: Ambos situados dentro de la granja, deben demarcar la zona limpia. La ropa de calle se deposita en los vestuarios.
    – Zona de carga y descarga: Los camiones que transportan cerdos y sus choferes son factores de alto riesgo y por ende no deben ingresar a la granja. Los vehículos deben estar correctamente lavados y desinfectados. Es recomendable que los mismos estacionen al menos 20 metros de donde están alojados los animales de granja. En este punto, es importante delimitar una zona para que el operario de granja no pueda salir y el chofer no pueda ingresar durante la carga.

 

  • Personas:- Trabajador: todo personal de la granja debe estar capacitado e informado sobre las medidas de bioseguridad aplicadas y esta capacitación debe ser continua. Entre las reglas fundamentales que para el personal, se destacan el uso de las duchas y de ropa exclusiva de la granja, no tener cerdos en los hogares ni visitar otros establecimientos con porcinos. En caso de gripe, es recomendable que estén vacunados contra la cepa circulante de influenza -los cerdos son susceptibles a los virus de influenza humanos-. También hay que tener mucha precaución con los alimentos que se ingresan para el personal. Es altamente recomendable darles una vianda.

    – Visitas: Se debe restringir al mínimo las visitas y siempre que se permitan deberán acatar las normas, sin excepciones. Todo los ingresos se deberán registrar en un libro de visitas, detallando nombre, fecha y hora, motivo, etc. Las personas deben cumplir con un vacío entre 24 y 72 horas, es decir, no deben haber tenido contacto con cerdos durante ese período.

 

  • Limpieza y desinfección: Un programa interno efectivo debe incluir limpieza, desinfección y secado de cada corral o edificio entre grupos, con un vaciado sanitario de al menos cuatro días. La desinfección con productos adecuados, utilizando la dosis correcta, inactiva a la mayoría de los microorganismos.

 

 

  • Sistema de producción: En los sistemas intensivos de producción es recomendable aplicar el manejo en banda, lo que garantiza la organización de los diferentes sectores. Permitiendo cumplir con el sistema “todo dentro – todo fuera” con un consecuente vacío sanitario, que resulta más efectivo para interrumpir el ciclo de algunas enfermedades y disminuir el riesgo de transmisión de otras.
    Independientemente del sistema de producción, el flujo de movimiento deberá ser unidireccional, es decir, que se debe recorrer la granja desde los animales de menor edad hacia los de mayor edad.
    Es por ello que se requieren circuitos bien delimitados por operario y sector, para que no se mezclen diferentes sitios. La indumentaria con distintos colores es una buena idea para ayudar con esta tarea.

 

 

  • Introducción de Genética: El mayor causante de la entrada de enfermedades es el ingreso de animales nuevos al establecimiento. En consecuencia, se recomienda que el nivel sanitario de la granja de origen sea igual o superior al de la granja compradora y evitar la adquisición de animales de reemplazo adultos y hembras preñadas.
    – Sector de Cuarentena: Este sector debe encontrarse alejado del sector de producción (entre 100 y 150 metros) y debe ser el último lugar a visitar. Es importante que los implementos y equipos utilizados sean de uso exclusivos de este sector.
    El tiempo de permanencia en la cuarentena debe ser como mínimo treinta días y de la aclimatación entre treinta y noventa días, dependiendo la enfermedades presentes en la granja.

 

 

  • Control de plagas: Los insectos, aves y roedores además de actuar como vectores y portadores de enfermedades, producen daños en los galpones, por ejemplo la destrucción del sistema eléctrico, materiales aislantes, etc. Por lo que, se debe contar con un plan integral de aplicación sistemática. Todo plan a implementar debe evitar el ingreso al sector de producción, la reproducción y permanencia de cualquiera de las plagas mencionadas. Ya sea mediante la utilización de sustancias químicas, físicas o biológicas.

 

 

  • Tratamiento de efluentes y cadáveres: Se debe contar con sistema apropiado para la recolección y el tratamiento de efluentes y para la eliminación de cadáveres ambos acordes a la regulación local, regional y nacional. Los desagües con residuos líquidos no deben estar abiertos y deben drenar en fosas o lagunas ubicadas fueras del perímetro de la granja. Debe considerarse la implementación de sistemas de separación de solidos hasta biodigestores, pasando por las lagunas y el compostaje. Este ultimo recomendable para el tratamiento de cadáveres.

Conclusión

Las medidas de bioseguridad son una inversión de alto rendimiento económico. Por más costosas u engorrosas que parezcan, producirán una mayor estabilidad sanitaria, mejor calidad de producto e incremento del resultado económico, pilar fundamental en la producción porcina. Tardamos tan solo un día en ingresar un nuevo patógeno a la granja…pero nos lleva toda la vida convivir con ese problema.

 

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