Dialogamos con Alberto Lugones, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario, sobre los precios en la Argentina de la carne porcina, el impacto de las exportaciones, cómo anticiparse a las variables de costos en la alimentación, y un análisis para el 2021.
Siguiendo el recorrido de los precios a lo largo del 2020 y más que nada en el segundo semestre, se puede acordar que tuvieron un avance favorable para los productores debido al gran empuje de la demanda China y su recomposición del stock. Esto se vio reflejado en el mercado nacional y luego de este empuje los precios del capón se mantuvieron estables en $115 y $120 como máximo.
Volviendo al 2021 y en el contexto actual, si se tiene en cuenta el índice de maíz y soja (5 kilos de maíz y 2 de soja, que debería ser el precio aproximado del capón vivo) se puede ver que hay un leve retraso teórico: este mix se encuentra alrededor de los $148 pesos mientras que el precio del capón máximo está en $120, según los últimos números del ministerio.
Es sabido que los precios de los comodities, el maíz y la soja, ocupan el 70% del costo de cada capón que se produce se trata de una enorme proporción. Los precios del capón se han mantenido relativamente estables mientras los precios del maíz y de la soja han avanzado mucho, es decir, el margen se vio reducido de manera significativa.
Lugones nos ayuda a comprender aún más el impacto de los precios internacionales sobre los domésticos: “El precio del cerdo puede verse influido por el tipo de cambio ya que en el último tiempo se volvió un bien de exportación y se genera un estilo de competencia entre el mercado interno y el externo; dentro de lo que es el mercado de los comodities al avanzar el tipo de cambio, más avanzan los precios en pesos del maíz y de la soja y por ende se aumentan los costos. Está sobre la balanza cuánto se podría tener de cintura para el mantenimiento de los costos internos, cuanto más se pueden sostener los precios internos a medida que avanzan los precios de los alimentos. Es una cuestión bastante delicada”.
La única cuestión que Lugones considera que puede llegar a dar un poquito de aire es una mejora de manera muy rotunda el clima y con ello, las expectativas. Sabemos que tanto la producción del maíz y la soja en Argentina se han visto reducida en el último mes, por las condiciones de sequía, lo que puede complicar los precios a nivel internacional.
El desacople de precios internacionales de locales ha sido motivo de muchas notas en nuestro medio: “los intentos por diferenciar los precios internos de los externos en argentina han llevado a numerosas alquimias a lo largo de nuestra historia. Es una cuestión que es bastante delicada porque al mismo tiempo si se aumentan en exceso las retenciones se puede deprimir la producción primaria y al mismo tiempo si no se aplican podría generarse una inflación superior” opina el especialista sobre este tema.
Lugones además plantea otra dupla de opuestos para pensar el panorama económico en este 2021 ya avanzado: la baja en los salarios argentinos por un lado y del otro lado los mejores precios en comodities en los últimos 7 años, todo en un mismo país.
Redacción Infopork
