Entrevista Catalina Boetto, Secretaria de Ganadería de la provincia de Córdoba sobre el freno a las exportaciones de carne, su impacto en la producción porcina. Además: la realidad del productor porcino y la necesidad del crédito.
La secretaria de ganadería comienza con una pequeña radiografía del año anterior: “En el 2020 hubo un problema de sobre oferta en marzo abril y en estos momentos muchas granjas productoras granes están ofreciendo su carne a un menor precio para seguir con la productividad del sistema. Mantener la productividad y no tener animales consumiendo y produciendo gastos”
Boetto confía que los productores tienen ganas de invertir, y ve mucha potencialidad de inversiones en frigoríficos, cámaras de frio pero eso requiere créditos a taza pagable que es lo que le demanda a la banca, créditos con tazas lógicas. “En Córdoba tenemos todos los recursos, mano de obra, los productores, grandes consumidores, frigoríficos y maíz. Una posición muy beneficiosa como provincia y voluntad. Nos falta el empujón del crédito” argumenta.
Boetto destaca las buenas cualidades del productor cordobés: “invierte lo que tiene, se preocupa por el bienestar animal, por el manejo de efluentes, es un ejemplo de productor; siempre invierte en la provincia y esa mentalidad del crecimiento y no de poner el dinero en activos no productivos, es una características no menor”.
“El freno de las exportaciones de carne bovina, si teníamos algo pactado, es una mala señal y un desincentivo a las inversiones ya que los mercados se manejan con confianza. Esto lo vivimos en 2006 e hizo que desaparecieran 12 mil plantas frigoríficas con los puestos de trabajo de calidad que generaban” apunta sobre las noticias escuchadas por el freno de 30 días a las exportaciones cárnicas. “Esta medida de 30 días tampoco va a ser efectiva: el precio de la carne no responde a los precios de la carne, responde a los costos que lleva producir, a la inflación. No va a haber una sobre oferta en 30 días” sentencia.
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