Las primeras semanas de los lechones después de nacer son, junto con el destete, los momentos más cruciales de su vida, ya que nacen con escasas reservas de energía y prácticamente sin ninguna defensa inmune contra los patógenos existentes en su nuevo entorno, como E. coli, Clostridium perfringens y rotavirus.
Por ello, los doctores Inge Heinzl y Felipe Barbosa han realizado un estudio en el que han averiguado la forma de aumentar la inmunidad de los lechones al nacer. Así, los investigadores han comprobado que el suministro de células inmunes naturales y activas, como las inmunoglobulinas, en los piensos de las cerdas, son bastantes eficientes en el desarrollo de la salud intestinal de los lechones. Generalmente, las muertes de lechones después del parto ocurren durante los primeros siete días de vida, por lo que la ingesta de inmunoglobulinas es determinante.
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Así, los expertos comprobaron que la aplicación de inmunoglobulinas de huevos en la alimentación de las cerdas provoca directamente que los lechones refuercen su sistema inmunitario consiguiendo unir los patógenos en el intestino convirtiéndolos en inofensivos, y con ello minimizando el riesgo de diarrea y la mortalidad.
Para verificar esta teoría, los doctores realizaron una investigación con dos grupos de ocho cerdas cada uno. Las cerdas del grupo de control recibieron alimento de lactancia estándar y el grupo de prueba se alimentó con alimento estándar que contenía un suplemento de inmunoglobulinas de huevo. Después de 17 días de aplicar la alimentación a base de inmunoglobulinas de huevo, las cerdas del grupo alimentado con suplemento mostraron un menor nivel de patógenos en sus excrementos que las cerdas del grupo control.
Por otro lado, los expertos también aconsejan que la unidad de parto sea lo más segura posible para minimizar los riesgos en los lechones. En este sentido, recomiendan que los lechones estén bajo una lámpara de calor especial y que la unidad de parto se encuentre limpia.
Fuente: www.animalshealth.es
