Dialogamos con Mauricio Pérez y Sosa, especialista en comercio internacional de aduanas con especialización en análisis bursátil y mercadotecnia quién es el flamante Director General del Instituto Mexicano de la Porcicultura (IMP).
Sólo en México, la industria porcina tiene un valor superior a los 62 mil millones de pesos y genera más de dos millones de empleos directos e indirectos. México es el octavo productor y consumidor de carne de cerdo en el mundo, con más de 1.4 millones y dos millones de toneladas, respectivamente. Además es el quinto exportador, con más de 344 mil toneladas. por lo que existe un amplio potencial de crecimiento para los porcicultores mexicanos.
El cerdo juega un papel fundamental en la dieta mexicana, con un consumo per cápita entre los más altos del mundo. La carne de cerdo es la segunda proteína más importante en México (después del pollo) y ha experimentado un tremendo crecimiento, con el consumo per cápita casi duplicándose (pasando de 11 kg en 2000 a 19,6 kg en 2020). Según el informe “Mexican Pork Industry at a Crossroads” realizado por Rabobank en octubre de 2021.
“El instituto mexicano de la porcicultura lleva casi dos años gestionándose sin embargo el lanzamiento oficial fue el viernes 3 de febrero en la Secretaría de Economía. Fue un evento muy especial porque por primera vez en México se tiene una institución que respalde a este sector” declara Pérez. Previamente en México existían dos organizaciones diferentes y que ahora se unieron y formaron Opormex. Una vez conformado se empezó a ver qué necesidades tenía el sector y una de las principales era la institucionalización, es decir concentrar los esfuerzos en una sola imagen. Esto da nacimiento al Instituto el cuál apoya su accionar en cuatro ejes:
- Investigación y desarrollo
- Desarrollo comunitario
- Bienestar animal
- Medioambiente y capacitación
Al ser interrogado por algún modelo organizacional que haya guiado la conformación del IMP, el entrevistado declara no sólo admiración por los productores norteamericanos, sino también por el trabajo que se ha venido haciendo en Colombia. “Ha sido impresionante su crecimiento, duplicaron el consumo de carne de cerdo. Entre mis asesores está Jorge Alfredo Ostos, ex presidente de PorKolombia. También admiro mucho lo que se hizo en China en los años 70, cuando modificaron su sistema productivo. El cambio en su producción fue lo que lo impulsó a lo que es hoy. Estoy muy admirado de esos sistemas y tratando de aplicarlos” nos cuenta.
El reto clave
Consultamos al presidente del Instituto Mexicano de la Porcicultura por cuál era el principal reto del organismo y de la cadena porcina mexicana: “El poder estar en la mente del consumidor como la mejor opción del consumo de proteína” nos responde.
“El consumidor ya tiene mucho más acceso a la información y es muchísimo más inteligente. en la medida que podamos trabajar en esa cuestión es cómo va a reaccionar el mercado. Detrás de eso y más importante aún es que los porcicultores se dan cuenta que el consumidor actual ya es consciente de que sus decisiones de compra no solo afectan a su persona y salud sino también a su medio ambiente, su sociedad y su cultura. En un esfuerzo por llegar a los estándares de estos consumidores es que surge el Instituto” explica sobre la cuestión.
Perez y Sosa apuesta a tener información disponible para que el consumidor pueda con confianza elegir nuestro producto. “Lo más importante para el sector porcino mexicano ahora es el enfoque al consumidor que significa que a nosotros nos corresponde pensar en el consumidor y en darle una degustación más allá del platillo: la experiencia. La experiencia global de consumir carne de cerdo”.
El cambio de percepción que tenga el consumidor sobre el productor y la actividad parece ser uno de los primeros desafíos. “Dentro de estos cambios estamos planeando opciones de financiamiento sin precedentes para poder invertir en equipamiento y convertir las excretas de los animales en fertilizante. Es la primera vez que se va a hacer en México. Estamos charlando con la secretaría de economía y con instituciones financieras para poder lograrlo. Todo lleva a lo mismo: el poder estar en la mente del consumidor como la mejor opción del consumo de proteína” agrega.
Granja adentro
“Al final creo que los retos de la enorme mayoría de los productores es el negocio, que la granja sea un negocio. El problema es que muchos productores se pierden en la operación del día a día y se olvidan de algunas cosas que son indispensables para que esto sea un negocio rentable. Por esto se hace la sección de “Mente empresarial” en donde se le transmite al porcicultor estrategias financieras, contables, administrativas y de pensamiento empresarial para que pueda sacar adelante a su granja como negocio. Si esto no te deja dinero a vos, menos le va a dejar a la industria” sentencia el Director del IMP.
Redacción Infopork
