Récord de consumo de cerdo: superó los 20 kilos en septiembre

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escrito por Germán Piquer

La ganadería porcina es una de las actividades agropecuarias que más crecieron en las últimas décadas, con muy importantes subas en casi todos sus índices. En el sector creen que continuarán por este sendero y el despegue de la actividad a principios del milenio posicionó a la carne de cerdo como un alimento confiable en la mesa de los argentinos, que a medida que pasan los años, comienza a ganar protagonismo y lugar, reemplazando a la carne vacuna.

 

Tal es así que el consumo interno per cápita de la carne de cerdo alcanzó niveles históricos en septiembre, ubicándose, según mediciones de la consultora especializada en el sector porcino JLU, en 20,5 kilos por habitante al año. Sin dudas, este récord adquiere mayor magnitud si se lo compara con las cifras de principios de 2000. Por ejemplo, en 2002 se consumían a nivel local 4 kilos de proteína porcina, de los cuales tres eran a través de chacinados (fiambres, chorizos, etc.) y uno en carne fresca. Hoy no solamente la ingesta casi cuadruplica a los valores de dicho año, sino que también dio vuelta la lógica de consumo: 18,5 kilos son de carne fresca, mientras que solo 2 corresponden a chacinados.

 

Cabe mencionar que la citada estimación se ubica por encima de lo calculado oficialmente. De hecho, para el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca el consumo por habitante al año en agosto era de 16,16 kilos. Sin embargo, la consultora suma a sus proyecciones el volumen que se comercializa en “negro”, que varía entre un desfasaje que va del 18% al 25% y que haciendo un seguimiento de “algunas variables de consumo de la producción, como los núcleos alimenticios o los productos veterinarios” arriba a otro resultado, explicó su director, Juan Uccelli.

 

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En diálogo con Infobae, el consultor marcó las tres claves que dieron lugar a este crecimiento exponencial en el consumo, que si bien todavía se encuentra lejos de los 45 a 50 kilos que se consume de carne vacuna o aviar, su rápido avance hace prever que su participación aumentará. Uno de los factores de impulso fue el incremento de la oferta, no solo en lo que respecta a la producción, sino en los comercios, que incorporaron la carne fresca a sus góndolas. Otro factor fue la desmitificación de los males que supuestamente generaba su ingesta. Pero el más importante, sin dudas, es la cuestión económica.

 

Según relató Uccelli, una década atrás el valor de la carne de cerdo era igual o mayor que el de la vacuna, pero que en la actualidad, diferentes cortes porcinos comparados con las bovinos se ubican entre un 35% y 60% por debajo. “Cuando hay bolsillos tan flacos como los de los argentinos, la opción de cambiar una carne de manera no tan drástica, ya que se puede cocinar de la misma forma yo utilizarla para los mismos tipos de comida, el ahorro se convierte en la principal razón”, dijo el experto.

 

“Los argentinos somos básicamente carnívoros, lo único que hemos hecho fue cambiar la participación”, apuntó el también ex presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) y auguró que “si la carne de cerdo sigue manteniendo esta diferencia tan importante con la carne vacuna, para 2030 vamos a llegar a los 30 kilos”.

 

Fuente: Infobae

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